CREDO DE
LA PASCUA
Solemnidad
de la Resurrección del Señor
La solemnidad de la Pascua es el centro
del año litúrgico. La celebración de la Resurrección de Jesucristo es motivo de
inmensa alegría para todos los cristianos. Y es también una excelente ocasión
para revisar nuestra fe, nuestra esperanza y las decisiones orientadas por el
amor.
Examinar en este día de Pascua nuestra
responsabilidad en el ejercicio de las tres grandes virtudes equivale a
considerar la seriedad y la coherencia de nuestra adhesión a la vida cristiana.
E implica también revisar nuestra responsabilidad por la promoción de la
justicia y la creación de una sociedad más humana.
Algo de eso tratamos de expresar con esta
especie de pregón pascual que pretende ser, a la vez, oferta y entrega, oración
y profecía, confesión y compromiso:
Señor Jesucristo,
•
Creo que en tu resurrección de entre los
muertos alcanzan la plenitud de su sentido mi vivir, mi caminar y mi morir.
• Creo que en tu resurrección mi fe ha encontrado su apoyo más firme en la
luz, en la fuerza y en la paz que nos ofrece tu presencia.
• Creo que en tu resurrección ha sido vencida definitivamente mi cobardía y
han sido desafiados todos mis viejos temores.
• Creo que en tu resurrección yo he sido
despertado a una vida sin murallas ni fronteras.
• Creo que en tu resurrección pierden
peso los rencores entre hermanos y apoyo
las turbias asechanzas de los hombres.
• Creo que en tu resurrección esta mi
carne mortal ha recibido ya las arras de una vida que se extiende más allá de
la muerte
• Creo que en tu resurrección nuestra fe
ha adquirido categoría de palpabilidad y
de contacto, de certeza y de promesa.
• Creo que en tu resurrección nuestra
esperanza ha dejado de confundirse con un frívolo optimismo y con una utopía
ineficaz.
• Creo que en tu resurrección nuestro
amor humano renace finalmente en una sincera cercanía a los que nada son y nada cuentan.
• Creo que en tu resurrección la historia de los
hombres y mujeres de nuestra sociedad puede hallar al fin su centro y su último
sentido.
• Creo que en tu resurrección el mundo en
que vivimos ha dejado de ser tan sólo un escenario para convertirse de verdad en compañero del
hombre.
• Creo que en tu resurrección todas las cosas de esta tierra han recobrado
su limpia luz de la creación recién
nacida.
• Creo que en tu resurrección fueron
bendecidos el trabajo y el progreso, el dolor y el sufrimiento, el amor y la
amistad.
• Creo que en tu resurrección a todos los
pobres, marginados y descartados de este mundo se les anuncia la definitiva y
feliz liberación.
• Creo que en tu resurrección los
hermanos difuntos que nos han precedido en el signo de la fe alcanzan
finalmente la paz y la luz de tu
presencia.
Amén. Aleluya.
José-Román
Flecha Andrés
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