PAPA FRANCISCO Y LAS VOCACIONES

La Iglesia no debe preocuparse por sí misma

                                                                                                      © Antoine Mekary / Aleteia

La Iglesia es verdaderamente fiel a su Maestro en la medida en que es una Iglesia ‘en salida’, no preocupada por ella misma, por sus estructuras y sus conquistas, sino más bien capaz de ir, de ponerse en movimiento, de encontrar a los hijos de Dios en su situación real y de compadecer sus heridas”, sostuvo el Papa.

En el mensaje sostiene que en la raíz de toda vocación cristianahay un éxodo que parte de la renuncia a la comodidad y a la rigidez del propio yo para emprender la marcha con confianza, como Abrahán, hacia la ''tierra nueva'' que Dios indica.
De la esclavitud a discípulos libres 
De hecho,  para explicar el éxodo en nuestros días, señaló que se trata de “pasar de la esclavitud del hombre viejo a la vida nueva en Cristo", como una obra "que se realiza en nosotros mediante la fe”.
"Es una dinámica que no atañe sólo a la llamada personal, sino a la acción misionera y evangelizadora de toda la Iglesia. Por eso, la vocación cristiana “lleva al mismo tiempo al compromiso solidario en favor de la liberación de los hermanos, sobre todo de los más pobres”, señaló.
El discípulo de Jesús tiene el corazón abierto a su horizonte sin límites, y su intimidad con el Señor nunca es una fuga de la vida y del mundo, sino que, al contrario, «esencialmente se configura como comunión misionera»”.
Dios alimenta el entusiasmo de los jóvenes 
Luego el Papa se dirige a los jóvenes para indicar el éxodo como un camino de libertad que “llena la vida de alegría y de sentido”. Además reconoce en ellos, personas que “saben ser disponibles y generosos”.
Las incertidumbres de la vida, advierte el Papa pueden “paralizar” el entusiasmo de los jóvenes. No obstante, les invitó a alimentar “sus sueños” y “comprometerse” porque Dios no limita su libertad.
El Pontífice exhortó a los jóvenes a no tener miedo a  “a salir de vosotros mismos y a poneros en camino. El Evangelio es la Palabra que libera, transforma y hace más bella nuestra vida”.  
“Qué hermoso es dejarse sorprender por la llamada de Dios” y agregó después:  “Vuestra vida será más rica y más alegre cada día”.
El Papa Francisco y la falta de vocaciones en la Iglesia 
Para disipar las preocupaciones de las vocaciones en la Iglesia, el Papa Francisco pide fe en la misión antes que alimentar ansiedades que alejan de los pasos de Jesús.
Con una voz de esperanza, el Papa presentó en su mensaje a una Iglesia "en salida" que no debe preocuparse por ella misma, sino más bien en seguir los pasos de Jesús. En un camino constante al encuentro con los hijos más débiles y necesitados de su Iglesia. 
Por último, el Papa encomendó las vocaciones a la Virgen María, y la puso como modelo de toda vocación, porque “no tuvo miedo a decir su «fiat» a la llamada del Señor. Ella nos acompaña y nos guía”. 
El Papa no niega el problema 
Sin embargo, el Papa no niega el problema de las vocaciones.“¡Este es un problema! Se necesita pedir al Señor y hacer de todo porque vengan las vocaciones”, confirmó Francisco, la semana pasada a los participantes a un Convenio Internacional de Formadores de consagrados y consagradas, reunidos en Roma del 8 al 11 de abril.
“Me ha dicho (el Cardenal Perfecto), vuestro número, cuántos son y yo he dicho: “Pero, con la escasez de vocaciones que hay, hay más formadores que formados!”, dijo en su particular estilo el Papa.
Hace más de 50 años que la Iglesia celebra en el cuarto Domingo de Pascua la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.

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