REFLEXIÓN.SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD. B. 31 de mayo de 2015

VIDA TRINITARIA
“Reconoce hoy y medita en tu corazón que el Señor es el único Dios allá arriba en el cielo, y aquí abajo en la tierra, no hay otro”. Así habla Dios a Moisés, Según el libro del Deuteronomio que hoy se lee en la misa  (Dt 4,32-34.30-40). Estas palabras no están aisladas. Hay que leerlas en el contexto de lo que las precede y las continúa.  
Antes de ellas está el recuerdo de tres maravillas que Dios ha realizado: la creación del mundo, los prodigios que llevó a cabo para liberar a su pueblo de la esclavitud de Egipto, y la revelación de su voluntad en el monte Sinaí.
Lo que sigue a esta proclamación del Dios único corresponde al hombre: guardar los mandamientos de Dios. A esa fidelidad a lo que Dios prescribe seguirá la felicidad para la familia y la prosperidad en la tierra que Dios le concede. 
Como dice el Papa Francisco en su exhortación La alegría del Evangelio, los cristianos “creemos, junto con los judíos, en el único Dios que actúa en la historia, y acogemos con ellos la común Palabra revelada. (EG 247).

EL BAUTISMO

Pero, en el mismo documento, el Papa da un paso más para recordar lo específico de la fe cristiana: “El Espíritu Santo, enviado por el Padre y el Hijo,  transforma nuestros corazones y nos hace capaces de entrar en la comunión perfecta de la Santísima Trinidad, donde todo encuentra su unidad. Él construye la comunión y la armonía del Pueblo de Dios. El mismo Espíritu Santo es la armonía, así como es el vínculo de amor entre el Padre y el Hijo (EG 117).
Esta fe en la Trinidad Santa de Dios hunde sus raíces en las palabras de Jesús que hoy se proclaman en el evangelio (Mt 28,16-20). Jesús resucitado había dado cita a sus discípulos en un monte. Desde allí los envía por el mundo a anunciar su palabra y a bautizar a las gentes “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.
Bien sabemos que el nombre significa, indica y revela a la persona. Así que hemos sido lavados, inmersos e incorporados en la bondad misericordiosa del Padre, en la cercanía y la salvación de Jesús, que es Camino, Verdad y Vida, y en la verdad y el amor que nos comunica el Espíritu Santo.

LA FE Y EL CAMINO

Nuestra fe en la Trinidad Santa de Dios no puede quedar  en una mera afirmación teórica. Nuestra fe en el Dios trino y uno es la fuente de nuestros valores, de nuestros compromisos y de nuestras esperanzas. 
El Papa Pablo VI sacaba ya cinco importantes consecuencias: “De aquí parte nuestro vuelo al misterio de la vida divina, de aquí la raíz de nuestra fraternidad humana, de aquí la captación del sentido de nuestro obrar presente, de aquí la comprensión de nuestra necesidad de ayuda y de perdón divinos, de aquí la percepción de nuestro destino escatológico”. 
 Es evidente que esta fe trinitaria ya ha tenido un comienzo en la profesión de fe bautismal. Pero ha de ir recorriendo un camino de oración contemplativa y de acción y testimonio diario. Y ha de alcanzar un día su culminación en la gloria eterna de Dios.
- Padre nuestro que estás en los cielos, te damos gracias por la luz de tu palabra que nos ha sido revelada en Jesucristo y por el amor a nuestros hermano que el Espíritu suscita en nuestros corazones.  Amén. 
                                                                 José-Román Flecha Andrés


LECTIO DIVINA- VISITACIÓN DE LA VIRGEN 31 de mayo 2015

Visitación de la Virgen
Sof 3,14-18
Lc 1,39-56
Por aquellos días, María se dirigió deprisa a un pueblo de la región montañosa de Judea, y entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura se movió en su vientre, y ella quedó llena del Espíritu Santo. Entonces, con voz muy fuerte, dijo Isabel: “¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo! ¿Quién soy yo para que venga a visitarme la madre de mi Señor? Tan pronto como he oído tu saludo, mi hijo se ha movido de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho!”. María dijo: “Mi alma alaba la grandeza del Señor. Mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador, porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde ahora me llamarán dichosa; porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas. ¡Santo es su nombre! Dios tiene siempre misericordia de quienes le honran. Actuó con todo su poder: deshizo los planes de los orgullosos, derribó a los reyes de sus tronos y puso en alto a los humildes. Llenó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Ayudó al pueblo de Israel, su siervo, y no se olvidó de tratarlo con misericordia. Así lo había prometido a nuestros antepasados, a Abraham y a sus futuros descendientes”. María se quedó con Isabel unos tres meses, y después regresó a su casa.

Preparación: En muchos países, el mes de mayo está especialmente dedicado a venerar a María, la Madre de Jesús. Hoy recordamos la prontitud con la que se puso en camino para visitar a su pariente Isabel.

Lectura: La profecía de Sofonías invita a Jerusalén a alegrarse  y gozar de todo corazón, puesto que el Señor se halla en medio de ella. También en el evangelio resuena el canto en el que María confiesa alegrarse en Dios, su salvador. La alegría es un don de Dios. En ambos casos está vinculada a la fe y a la experiencia de la presencia de Dios.

Meditación: En el Saludo a la Bienaventurada Virgen María, San Francisco se dirigía a ella como a la “Virgen hecha Iglesia”. Al visitar a Isabel, María resume la vocación de la Iglesia universal. Es proclamada dichosa por haber creído en la palabra de Dios. Alaba la grandeza del Señor. Anuncia la presencia del Hijo de Dios. Proclama la misericordia de Dios que humilla a los altaneros y eleva a los humildes. Y, finalmente se apresura a ayudar a quien puede necesitar su asistencia. He ahí cinco aspectos de la vocación y la misión evangelizadora de la Iglesia. Con razón escribió el papa Juan Pablo II que “en el misterio de la Visitación todo cristiano ve el modelo de su vocación” (8.9.2001).

Oración: Señor, tú inspiraste a María el deseo de visitar a su prima Isabel. Concédenos que, dóciles al soplo del Espíritu, podamos, con María, cantar tus maravillas durante toda nuestra vida. Amén.

Contemplación: Hoy peregrinamos en espíritu a las montañas de Judea. Teniendo presente la iglesia de la Visitación de María, contemplamos su llegada a casa de Zacarías e Isabel. Y recordamos que el Papa Francisco en la exhortación La alegría del Evangelio dice que María “es la mujer orante y trabajadora en Nazaret, y también es nuestra Señora de la prontitud, la que sale de su pueblo para auxiliar a los demás sin demora (Lc 1,39). Esta dinámica de justicia y ternura, de contemplar y caminar hacia los demás, es lo que hace de ella un modelo eclesial para la evangelización” (n.288)

Acción: Hoy podemos visitar con espíritu evangélico a alguna persona cercana que necesita ayuda o consuelo. 
                                                          José-Román Flecha Andrés 

FIESTA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD B

BUENA MADRE (KAIROI)

JORNADA PRO ORÁNTIBUS

TOMARSE EN SERIO A UNO MISMO

«Yo repuse: - ¡Ay, Señor mío! Mira que no sé hablar, que soy un muchacho. El Señor me contestó: - No digas que eres un muchacho, que adonde yo te envíe,  irás; y dirás lo que yo te mande» (Jer 1, 6-7)

Es el reverso, y lo complementario, de saber reírse de uno mismo. Porque ambas cosas son necesarias.

Tomarse en serio es saber mirarse, con ojos limpios, en el espejo de la vida. Es reconocer la debilidad pero sin sucumbir a ella. Es enamorarse en varios momentos de la historia. Es complicarse los días. Es tropezar, y volver a levantarse las veces que haga falta. Es no cerrar la mente a las grandes preguntas que nos enfrentan con el amor, la muerte, y con el mismo Dios.


¿Quién eres, y cómo te definirías en este momento de la vida?


EN CLAVE DE DIOS


EL JARDINERO
Cuando pienso en la cercanía de Dios imagino unos brazos siempre a punto para remangarse, echar una mano y tocar la vida. Dios entra en este mundo, besa sus heridas, acompaña soledades y goza con nuestras alegrías. No le resulta ajena la vida pues conoce lo que significa ser hombre. No es un espectador sin más de la gran obra del mundo. Contempla pero también actúa. 

Por esto me imagino a Dios como un jardinero y no como el señor de la tierra que se pasea y sólo se satisface con el deleite estético, ignorando lo que hace posible los olores y colores.

El jardinero sueña su jardín. Se ensucia las manos preparando el terreno donde sembrará, ilusionado, las semillas que previamente ha elegido. Proyecta los espacios, los conjuntos, las combinaciones de colores y de formas. Se preocupa por sus plantas, regándolas, podándolas, buscando el lugar idóneo para ellas, potenciándolas para que den su mejor fruto. 

Cuando una planta enferma, el dueño sólo encuentra en ella algo  que afea su apariencia. El jardinero, sin embargo, encuentra una oportunidad para la compasión. Busca la causa de su mal y la cuida hasta que se recupera. El jardinero conoce los ritmos y los tiempos de cada una de ellas. No las fuerza para que florezcan a la vez o para que tengan un rendimiento casi artificial. Tampoco se cansa de verlas y en cada temporada sabe encontrarles su novedad. 

El jardinero sabe que su trabajo es oculto y discreto. Cuando es el tiempo de esplendor de su obra,  se sitúa en segundo plano o desaparece para que otros pongan su atención en lo que para él es lo más importante, aquello a lo que dedica su tiempo y sus esfuerzos. Sabe además que a él corresponde mancharse las manos, pincharse con las espinas, llenarse de barro, aguantar encorvado las horas de frío o de sol. 

Cuando sus plantas no siguen adelante es él quien se lleva las decepciones, sufriendo el hueco que dejan. Podrá sustituirla por otra, pero no será la misma. Sabe, por tanto, que en su labor es imprescindible la paciencia, que por mucho que cuide sus plantas, no puede controlarlo todo. Él solo puede dar lo que tiene, velar por su crecimiento y protegerlas. 
                                                                                                                                                      Oscar Cala sj

Así imagino a Dios con las personas. Nos sueña y acompaña, se alegra y sufre, nos cuida y sabe respetar el libre caminar. Y, aunque a veces le demos la espalda, siempre nos espera con sus paternales brazos abiertos.


MARIA, MIRAME

MARÍA , MADRE DE JESÚS

AUTOESTIMA

EN CLAVE DE DIOS

EL MENDIGO

Dicen que en un pequeño pueblo del norte, en mitad del frío invierno, llegó un anciano mendigo venido de cualquier lugar. El frágil hombre dormía al raso, con apenas una roída manta, y no conseguía muchas limosnas en una comunidad en la que los extraños no eran bien recibidos. Y sin embargo, qué sonrisa mostraba siempre. Su educación, su sincera preocupación por quien necesitaba una mano para cruzar la carretera, o llevar las bolsas con la compra, su mirada alegre y penetrante, su cariño al fingir indignarse con los niños que le chinchaban en la plaza, su profunda humildad y gratitud... No pedía dinero, sólo un ratillo de conversación, sólo un amigo.
No pasó mucho tiempo hasta que el mendigo cambió los corazones de los cerrados vecinos y poco a poco fueron ayudándole a él, ayudándose entre sí, acercándose a recibir los consejos sabios que él ofrecía a quien se abriera y compartiéndolos con los demás, descubriendo que nada guardaba para sí y todo lo que recibía en limosnas lo daba antes a quien lo necesitara, sin importar que fuera una pobre viuda o un pícaro delincuente callejero.
Un día se fue. Lo echaron de menos al principio, se preguntaban en el pueblo qué habría sido de él. Más adelante se dieron cuenta de que su amor, su cariño, sus consejos, su modo, habían quedado en el pueblo impregnados de tal modo que sabían que, realmente, nunca se iría.
Y es que Dios se presenta muchas veces en nuestra vida como un mendigo.
Al aparecer, puede disgustarnos si nos afea el 'decorado' de nuestra vida. Podemos ignorarlo a pesar de verle a nuestro lado. Es frágil hasta el extremo cuando lo tomamos en nuestras manos al comulgar. Valora más un corazón abierto a su cariño y su cercanía que las 'limosnas' que podamos darle llevando la cuenta de 'nuestras Misas', 'nuestros rezos', 'nuestras buenas obras'... Pero poco a poco cambia nuestro corazón, de una manera casi imperceptible, con su ejemplo, con su consejo, con su mirada, con su fingida indignación cuando le chinchamos con nuestro egoísmo y nuestra soberbia... E, incluso, hay veces en que creemos que se ha marchado de nuestras vidas, que ya no está para reconfortarnos con su sonrisa y ayudarnos en la dificultad de nuestra vida diaria.

Pero no pasa mucho tiempo hasta que le volvemos a ver por los verdaderos efectos de su amor...
                                                                                                      Borja Miró Madariaga, sj

VIVIR EN SERIO

Pero no con la seriedad de un semblante sombrío, ni con falta de alegría. Vivir –o tomarse la vida– en serio, es saber que nuestro tiempo es valioso. Que es mejor amar que odiar, y es mejor dar(se) que ahorrarse para nada. Es elegir algunas causas por las que dejarse la piel, batallas que te quiten el sueño, que te suban al cielo, que te arranquen sonrisas y te llenen de anhelo. Hay tantas facetas en cada historia donde podemos ponerlo todo en juego: el estudio, el trabajo, el amor, la familia, el cansancio, el descanso…

CADA DÍA SU AFÁN 31 de mayo de 2015

                                                    LA OBRA MAESTRA
En las audiencias de los miércoles 15 y 22 de abril de este año 2015, el Papa Francisco, comentando los textos iniciales del Génesis, ha reflexionado sobre la diferencia y la complementariedad entre el hombre y la mujer. He aquí un resumen de su pensamiento.
1. Sólo en el hombre y en la mujer se encuentra la imagen y la semejanza de Dios. Esa diferencia no justifica la contraposición o la subordinación, sino que apunta a la comunión y la generación, siempre a imagen y semejanza de Dios.
2. El hombre y la mujer están hechos para escucharse y ayudarse recíprocamente. Sin esta relación no es posible llegar a entender de verdad qué significa ser hombre y ser mujer.
3. En este tiempo, la llamada teoría del género trata de cancelar la diferencia sexual. Pero ignorar la diferencia no es la solución sino el problema. Para encauzar su relación, el hombre y la mujer deben hablarse más, escucharse más, conocerse más, quererse más. 
4. Debemos hacer mucho más a favor de la mujer, para dar más fuerza a la reciprocidad entre hombres y mujeres. La mujer ha de ser más escuchada, de modo que su voz tenga un peso real  en la sociedad y en la Iglesia
5. La crisis de confianza colectiva en Dios, que genera la incredulidad y el cinismo, está conectada a la crisis de la alianza entre hombre y mujer. La comunión con Dios se refleja en la comunión de la pareja humana, mientras que la pérdida de la confianza en el Padre celestial genera división y conflicto entre hombre y mujer.
6. El relato bíblico de la creación de la mujer nos dice que Adán  es libre y es señor, pero está solo. Con la creación de la mujer surge la reciprocidad. La mujer no es una «réplica» del hombre; viene directamente del gesto creador de Dios. El hombre y la mujer son de la misma sustancia y son complementarios.
7.  La mujer es creada mientras el hombre duerme. Eso significa que la mujer no es una criatura del hombre, sino del mismo  Dios. Por otra parte, para encontrar a la mujer —y para encontrar el amor en la mujer—, el hombre primero tiene que soñarla.
8. El pecado genera desconfianza y división entre el hombre y la mujer. Su relación se verá acechada por mil formas de abuso y sometimiento, de seducción engañosa y prepotencia humillante, hasta las formas más dramáticas y violentas.
 9.   La devaluación social de la alianza estable y generativa del hombre y la mujer es una pérdida lamentable para todos. Según la Biblia, el hombre debe dejar a su padre y a su madre para encontrar a la mujer. Ha de comenzar un nuevo camino. El hombre es todo para la mujer y la mujer es toda para el hombre.
10. Aunque hayan quedado heridos por el pecado, confundidos y humillados, desanimados e inciertos, el hombre y la mujer son amados por Dios. El  relato bíblico dice que Dios les hizo unas túnicas de piel  y los vistió. Esa imagen de ternura hacia la pareja ha de guiar nuestros sentimientos y compromisos.   Dios mismo cuida y protege su obra maestra.
                                                        José-Román Flecha Andrés

LA BEATIFICACIÓN, LAS ELECCIONES Y EL REFERENDUM


Tres noticias, tres historias. Cada una de ellas digna de un fin de semana de Pentecostés: Primero, la beatificación de Monseñor Romero, tantos años después de su asesinato. Segundo, la legalización del matrimonio homosexual en Irlanda tras un referéndum en el que la propuesta ha sido respaldada por un 62% de la población, muchos de ellos católicos. Tercero, la expresión de la voluntad popular en una democracia que genera un escenario nuevo, en el que el diálogo será imprescindible.
¿Por qué juntar las tres noticias? Porque en los tres casos se trata de cuestiones que llevan a posicionarse. Cuestiones en las que habrá alineamientos a favor, mientras otras personas se expresarán disconformes. Por distintos motivos.
En el lado del sí, estarán los que ven en la beatificación el reconocimiento de un martirio y de una vida ejemplar al servicio de la fe y la justicia. Los que entienden que la realidad de las personas homosexuales requiere un camino concreto y valiente hacia la igualdad. Los que están encantados con el fin del bipartidismo y las mayorías absolutas, considerando que la necesidad de pactar es siempre una mejor garantía de calidad democrática. En el lado del no, quienes cuando hablan de Romero consideran que se trata de política y no de evangelio. Quienes sostienen que la homosexualidad es un problema. Y quienes pondrán el grito en el cielo, lamentando que vayan a gobernar listas perdedoras o que pueda haber un cambio de prebendas como si fueran cromos en un patio de colegio.
"Sí" contra "No". He ahí la lógica de Babel, aquel lugar bíblico donde los hombres dejaron de entenderse y se alejaron unos de otros, porque habían intentado alcanzar el cielo y se encontraron con su propia limitación.

ESPERANZA NO ES OPTIMISMO

Tras el ver y el juzgar, el actuar. Seguimos comentando el documento de la Conferencia Episcopal Española Iglesia, servidora de los pobres. Entramos en la parte práctica del documento, que ofrece ocho propuestas esperanzadoras desde la fe. La palabra clave, me parece, es esperanza. En medio de la crisis y su impacto tan dramático, hablar de optimismo puede ser hiriente, ingenuo o interesado. Pero tampoco podemos caer en el pesimismo, la resignación o el derrotismo. Los obispos, que comparten el dolor de las víctimas, quieren abrirse a la esperanza. Y lanzan para ello ocho propuestas.
[1] Promover una actitud de continua renovación y conversión porque “cada cristiano y cada comunidad estamos llamados a ser instrumentos de Dios para la liberación y promoción de los pobres, de manera que puedan integrarse plenamente en la sociedad”. Esta llamada a cambiar nos afecta a todos, personas e instituciones, y en todos los niveles de la existencia: personales, sociales e institucionales.

[2] Cultivar una sólida espiritualidad que dé consistencia a nuestro compromiso social y evite “disociar acción y contemplación, lucha por la justicia y vida espiritual”. Por ejemplo, “la vivencia del misterio de la Eucaristía, alimento de la verdad, nos capacita e impulsa a realizar un trabajo audaz y comprometido para la trasformación de las estructuras de este mundo”. 
[3] Apoyarse en la fuerza transformadora de la evangelización. “El compromiso social en la Iglesia no es algo secundario u opcional sino algo que le es consustancial y pertenece a su propia naturaleza y misión. El Dios en el que creemos es el defensor de los pobres”. Por ello, “la Iglesia nos llama al compromiso social” sabiendo que éste es “transformador de las personas y de las causas de las pobrezas
[4] Profundizar en la dimensión evangelizadora de la caridad y de la acción social, reconociendo que “el lenguaje que mejor evangeliza es el del amor” y que “nuestra caridad no puede ser meramente paliativa, debe de ser preventiva, curativa y propositiva”.
[5] Promover el desarrollo integral de la persona y afrontar las raíces de las pobrezas, con una batería de medidas que incluye “un Pacto Social contra la pobreza aunando los esfuerzos de los poderes públicos y de la sociedad civil”. Esto supone, entre otras cosas, que “las Administraciones públicas, en cuanto garantes de los derechos, asuman su responsabilidad de mantener el estado social de bienestar, dotándolo de recursos suficientes”.
[6] Defender la vida y la familia como bienes sociales fundamentales. En ese contexto, dicen los obispos: “nos preocupan las desigualdades que sufren las mujeres en el ámbito familiar, laboral y social. Es preciso aceptar las legítimas reivindicaciones de sus derechos, convencidos de que varón y mujer tienen la misma dignidad”. 
[7] Afrontar el reto de una economía inclusiva y de comunión, lo cual implica “superar el actual modelo de desarrollo y plantear alternativas válidas sin caer en populismos estériles”.
[8] Fortalecer la animación comunitaria para que “la comunidad cristiana sea el verdadero sujeto eclesial de la caridad y toda ella se sienta implicada en el servicio a los pobres”, sabiendo además que “la acción social en la Iglesia no es labor de personas inmunes al cansancio y a la fatiga, sino de personas normales, frágiles, que también necesitan de cuidado y acompañamiento”. 
En definitiva, concluyen nuestros obispos, “la caridad hay que vivirla no sólo en las relaciones cotidianas –familia, comunidad, amistades o pequeños grupos–, sino también en las macro-relaciones –sociales, económicas y políticas–“.
DANIEL IZUZQUIZA, entreparentesis

ENSÉÑAME, SEÑOR

Enséñame la humildad y la sencillez
de vivir contento con lo que tengo,
de no querer más, de no esperar más.
Enséñame que solo se vive en cristiano
cuando se tiende la mano al que sufre,
se busca sin fin al perdido y se abre la casa al de fuera.
Enséñame esa ley misteriosa de la vida
de que abrazar lo nuevo exige soltar lo gastado
Y el sonido diferente de la vida solo lo enseña el silencio.
Recuérdame que Dios me quiere
sin límite, sin medida, sin fecha de caducidad.
y que sus abrazos, duran siempre, al menos, tres minutos.
Recuérdame, una y otra vez, que todos somos hermanos,
que no hay extranjero ni asesino
que quede fuera de mi fraternidad.
Recuérdame, en fin, que el paso del tiempo
no gasta las cosas ni mata los sueños
que tienen aroma de eternidad.

Severino Lázaro, 

CON FLORES A MARÍA

Tres regalos de María para este día.  
  • Silencio. Para escuchar contigo, María, la Palabra.  
  • Lo esencialDejar fuera lo superfluo  
  • Interioridad. Donde pasan las cosas de mucho secreto entre Dios y el alma.

CARTA ABIERTA A LOS JÓVENES NO CREYENTES

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¿De qué eres esclavo? ¿La droga te puede, el alcohol te domina, el apego afectivo te ha hecho depender del otro como de un respirador? Hoy puedes ser libre, pues para eso murió Cristo, para hacerte libre, para que  no haya nada ni nadie que pueda volver a esclavizarte nunca más… NUNCA, ¿LO OYES?

Nada pierdes con ensayar su amor. Vale la pena un acto de confianza plena en alguien que te ha amado tan gratuitamente, tan mortalmente.
Y hoy confieso que si Jesús es una fantasía es la más bella de todas y no quiero despertar nunca de este hermoso sueño, que se ha vuelto mi esperanza. No quiero como muchos, amanecer pensando en lo pesado de la vida sino en lo maravilloso que es vivir para Él y por Él del modo como ha vivido por mí.
¿No crees? Dios no tiene problemas con los que no creen pues no son culpables de eso; el problema está cuando cierras tu mente a la verdad, a evolucionar, a crecer, a creer que el cerebro es un monolito que sólo puede grabar interminables conceptos escolares. Nada pierdes con Jesús, nada quita, todo lo da. Es maravilloso enamorarse de él. Cuando eso sucede ya no llamaremos amor a cualquier cosa que quieran ofrecernos como el oropel.
Quienes conocen su amor, ya no se contentan con migajas. No hemos sido creados para escarbar en los contenedores de basura para extraer los afectos que cada quien desperdicia de sí mismo. Jesús no es “sobras” es plato fuerte. 
Aleteia

MONSEÑOR ROMERO HOY NOS INTERPELA


A lo largo de los años es mucho lo que se ha escrito sobre Monseñor Romero. Hoy, dejemos que sea él el que nos interpele el corazón desde lo que el Señor le puso en lo más profundo de su ser:

"José y María eran pobres, pero qué pobreza más santa, qué pobreza más digna. Gracias a Dios tenemos pobres también de esta categoría entre nosotros. Y desde esta categoría de pobres dignos, pobres santos, proclama Cristo: Bienaventurados los que tienen hambre, bienaventurados los que lloran, bienaventurados los que tienen sed de justicia.

Desde allí clama la Iglesia también, siguiendo el ejemplo de Cristo, que es esa pobreza la que va a salvar al mundo. Porque ricos y pobres tienen que hacerse pobres desde la pobreza evangélica, no desde la pobreza que es fruto del desorden y del vicio; sino desde la pobreza que es desprendimiento, que es esperarlo todo de Dios, que es voltearle la espalda al becerro de oro para adorar al único Dios, que es compartir la felicidad de tener con todos los que no tienen, que es la alegría de amar" Homilía 11 de septiembre de 1977.

LO QUE EL ESPÍRITU SANTO HIZO... Y SIGUE HACIENDO

Dios se derrama en cada uno, toca a cada uno, allí donde está su herida, su anhelo más profundo, su nostalgia, su miedo, su sueño

Cambió su corazón. Modeló su corazón según el de Jesús.

Empezaron a realizar sus mismas obras. Curaban, salvaban, abrazaban. Hablaban de Él, eran perseguidos como Él. Se fiaban del Padre como Él. Realmente parecían otros. El Espíritu lo llenó todo.

Dios vuelve hoy a descender. Vuelve a venir. Vuelve a irrumpir en la vida del hombre, porque nos ama. Tanto nos ama Dios que vieney se queda. Se hace carne para caminar a nuestro lado. Ahora en su Espíritu nos sostiene y llena de ardor nuestro corazón a veces muerto.

Me enseña a amar. Me enseña a ser niño. Me empuja como el viento cuando me encierro, cuando me anquiloso o mi barca se encalla en las rocas de mi dureza y mi egoísmo. Dios es el viento de mi vida, que barre lo feo y lo impuro, la envidia, la sensación de tristeza y de víctima. Es la luz que necesito cada día en las encrucijadas. 

Le pido que me llene, que llegue a todos esos rincones de mí donde hay oscuridad, donde hay durezas, donde no está Dios. Le pido que transforme mi corazón según el de Jesús. Que me regale sus sentimientos de hijo, de misericordia, de ternura, de comprensión, de donación. 

Que haga mi vida semejante a la de Jesús. Que sople dentro de mi corazón su aliento cuando me encierre, que me dé vida cuando quiera tirar la toalla, que me dé esperanza cuando llegue a pensar que no merece la pena. 

Aleteia

FRANCISCANOS EN TIERRA SANTA, CANDIDATOS AL PRINCESA DE ASTURIAS 2015

franciscans in holy land
La Federación Española de Banco de Alimentos ha presentado a los Franciscanos en Tierra Santa como candidatos al Premio Princesa de Asturias de la Concordia, que se falla en España.

“Viene motivada por la necesidad de otorgar un justo reconocimiento a su presencia y labor durante ocho siglos en aquellas tierras de Oriente Medio”, explican, argumentando cómo los Franciscanos han permanecido allí desde el siglo XIII hasta la actualidad, para custodiar los Santos Lugares, ayudar a los más necesitados, y actuar como portavoces de reconciliación y de paz en zonas de permanente conflicto.
En su candidatura se ofrece su historia, la que muestran “impresiona e impacta”: “Allí han permanecido superando guerras, sufriendo persecuciones y martirios, solventando divergencias culturales, para ayudar a los más necesitados, sin distinción de ideologías o religión”.
Destacan su saludo internacional de Paz y Bien, así como su relación con España y la gran ayuda que siempre les ha otorgado el Rey: “como agradecimiento a esa ayuda y a la gran presencia de misioneros españoles desde hace siglos, se concede al Rey de España el honor de llamarse Rey de Jerusalén”.

Cuatro son las obras, que destacan en su candidatura: 

1. Conseguir trabajo para los cristianos
2. Distribuir medicinas y alimentos a la población local, no sólo la cristiana sino también la musulmana
3. Crear escuelas, orfanatos y asilos
4. Edificar viviendas y proporcionar alquileres para que las familias más pobres vivan en condiciones dignas
El Banco de Alimentos de España destaca su compromiso en Jerusalén, con el alojamiento de 440 familias en sus viviendas y su trabajo en Betania, Betfagé, Belén y Hebrón. 
Allí han establecido 16 escuelas para más de 10.000 alumnos y se han creado 800 puestos de trabajo. Así mismo, existen 5 casas de hospedaje, tres residencias de la tercera edad y dos casas de acogida para niños y huérfanos, además de bolsas y becas de estudio de escolares y universitarios. 
Terminan su propuesta afirmando que los franciscanos son “puente de unión y conexión entre religiones” e “impulsan la concordia y el abrazo fraterno entre palestinos e israelíes, y apelan, desde hace milenios, a la armonía y unidad entre diferentes comunidades”.

Desde change.org se ofrece un espacio para que la gente pueda unirse y apoyar esta candidatura.