DEJA QUE JESÚS PONGA SU NOTA


¿Quién no ha experimentado alguna vez cómo la música le devolvía un momento de su historia, le hacía revivir una emoción, le daba luz y ánimo para continuar el camino? 

A veces las canciones permiten vivir una palabra, un sonido, todo un estribillo o estrofa, pueden hacer que nos detengamos para gustar y sentir internamente, profundizar y reflectir sobre la propia vida con un poco más de luz. Es algo más que musicoterapia, algo más que el efecto benéfico que la música puede tener sobre nuestro mundo interior. 

Se trata de dejar a Jesús poner su propia nota, de darle espacio para que nos afine. Si lo hacemos, quizá podamos descubrir, oculta en el tarareo de la canción que nos acompaña durante el día, una nueva pista en el camino que Dios nos invita a hacer.

E Ignaciana

No hay comentarios:

Publicar un comentario