AYUNAR, ORAR, COMPARTIR

Resultado de imagen de Coviertete y cree en el evangelio
CUARESMA. No tiene que ser un tiempo molesto, negativo.

Tomar la palabra PENITENCIA en sentido malo es no saber que significa:

CAMBIO. Y vivir el proyecto de Jesús no puede traernos sino CALIDAD de vida y PLENITUD.

Entramos en una etapa de CUARENTA días para preparar la VIDA TOTAL. Hay que despertar toda nuestra mejor sensibilidad para poder captar lo mejor de la existencia.

Que no se nos pase ningún detalle para darnos cuenta de por dónde pasa la VIDA. Atentos a todo lo que nos pueda dar pistas para reconocer al RESUCITADO. Avivar los "fuegos interiores" para que "arda nuestro corazón" cuando Jesús vaya en nuestro caminar.

Y este trabajo debe cooperar nuestro ser ENTERO.

AYUNAR. No es simplemente "dejar de comer". Es otra cosa. Es tener a nuestro cuerpo en "tensión" para que nos ayude a no compensar con los alimentos lo que tendríamos que incorporar de nuevo en la vida.

LIMOSNA. Tampoco es dar unos céntimos a quien pide en la calle. Es tener sentido del COMPARTIR. Es darnos cuenta de que será nuestro todo lo que demos. Es "devolver" lo que es de los demás.

Y hacerlo de manera sencilla y fácil. La vida resucitada no se pueda captar con demasiadas cosas en la mochila. "Todo lo que me has dado ya era mío", decía un poeta chileno. Y tenemos mucho que es de los demás,

ORACIÓN. No es estar charloteando todo el día con Dios. Es Él el que habla. Tenemos que SABER ESCUCHAR. Descubrir los canales que nos unen a la divinidad para que haya una comunicación perfecta. Los sonidos de la vida solo se oyen con el corazón... quitar ruidos e interferencias para captar la "música celestial" que el Dios de la vida siempre está emitiendo.

TRABAJAR estos tres medios durante CUARENTA días para estar muy sensibles a la vida resucitada.

" Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza".
M de Pastoral

No hay comentarios:

Publicar un comentario