REZANDO VOY, S.J. Día 1 de mayo

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EVANGELIO DE SAN JUAN 6,22-29

MI SOL


Eres el regalo que nunca pedi La porcion de cielo que no mereci 
Todos mis anhelos se han cumplido en ti 
Y no quiero perderte no lo quiero asi 

Te deje y tan sola me senti sin ti 
Y no quiero de nuevo estar asi, asi 
Tomame en tus brazos soy parte de ti 
soy parte de ti 
soy parte de ti 

Eres mi sol luz, calor y vida para mi 
Eres tu mi sol estrella que a mi vida sustento 
Eres tu mi sol 

Lo que quiero ahora es perderme en ti 

SOY PARTE DE TI

QUE EL VIENTO DE LA NOCHE...

Vimos romper el día 
sobre tu hermoso rostro, 
y al sol abrirse paso por tu frente. 
Que el viento de la noche 
no apague el fuego vivo 
que nos dejó tu paso en la mañana.

SOLIDARIOS COMO TU

QUE NO TE FALTE A TI
LO QUE ME SOBRA A MI

VEREMOS UNA TIERRA QUE PONGA LIBERTAD

DOMINGO 3º DE PASCUA. A

REFLEXIÓN-DOMINGO 3º DE PASCUA. A 30 de abril de 2017

CAMINO DE EMAÚS 
“Dios resucitó a Jesús y todos nosotros somos testigos” (Hech 2,32). Pedro acaba de referirse a los hechos que Jesús llevó a cabo. Ha recordado a los oyentes que ellos lo mataron en una cruz, por medio de paganos. Y en tercer lugar, proclama su resurrección: “No era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio
 Nos llama la atención el contraste entre aquel Simón Pedro que negaba haber conocido a Jesús y este apóstol que, acompañado por los Once, se dirige con tanto valor a los judíos y vecinos todos de Jerusalén. He ahí el efecto de la efusión del Espíritu en Pentecostés.    
El salmo 15 que hoy cantamos es uno de los primeros textos que expresan la esperanza de la resurrección: “Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha”. 
Con razón en la segunda lectura de este día se vincula esa esperanza a la fe: “Por Cristo vosotros creéis en Dios, que lo resucitó y le dio gloria, y así habéis puesto en Dios vuestra fe y vuestra esperanza” (1 Pe 1,21).

LA VIDA

El evangelio nos presenta a dos discípulos que dirigen a Emaús. Las mujeres habían inquietado a la comunidad, diciendo que no encontraban el cuerpo de Jesús.  Pero ellos ya habían decidido alejarse de Jerusalén. Hoy muchos se parecen a Cleofás y el otro discípulo. Han perdido la fe. Y no buscan más razones ni más pruebas. Simplemente se alejan.
Los dos discípulos que caminan hacia Emaús son alcanzados por otro caminante que parece ignorar lo que ha ocurrido en Jerusalén. Los peregrinos le dicen: “Nosotros esperábamos que él fuera el futuro liberador de Israel”. He ahí una de las claves del relato. El camino de Emaús es la confesión de una fe demasiado terrena y de una esperanza frustrada.
Pero los discípulos todavía conservan la capacidad para escuchar y aceptar una corrección. También hoy el peregrino acepta compartir con nosotros los alimentos que apenas pueden calmar nuestra hambre. Entre sus manos, el pan adquiere el significado de la vida que él nos ha dado con su palabra y que esperamos compartir con él para siempre.

EL PAN

Este hermoso relato culmina con el retorno de los dos discípulos a Jerusalén. Los otros cuentan que el Señor se ha aparecido a Simón Pedro y ellos confiesan que “lo reconocieron al partir el pan”. Ese es su testimonio Y ese es su testamento y su herencia para el futuro.
         • “Lo reconocieron al partir el pan”. Los que habían seguido a Jesús por los caminos y habían visto como oraba antes de partir y compartir el pan no podían olvidar aquellos gestos. En ellos reconocieron al que se había entregado como pan.
• “Lo reconocieron al partir el pan”. Por ese gesto ha sido reconocida la Iglesia. Y por ese gesto habrá de ser reconocida en un mundo en el que no es habitual dar gracias a Dios y compartir con los demás los dones recibidos.
• “Lo reconocieron al partir el pan”. Realizado con verdad, ese gesto revela la sinceridad de la piedad hacia Dios y la generosidad de la entrega a los hermanos. Por ese gesto será reconocido cada uno de los cristianos como seguidor de Jesús.
- Señor Jesús, hoy queremos invitarte a quedarte con nosotros porque atardece. Agradecemos que hayas aceptado nuestra cena humilde. Te contemplamos sentado a la mesa con nosotros. Y te pedimos que nos des la luz y la fuerza para ser testigos de tu vida y de tu resurrección. Amén.
                                                 José-Román Flecha Andrés

NUESTRO EMAÚS

CANCIÓN- REFLEXIÓN -NUESTRO EMAÚS

Con el ánimo caído
recorriendo ese camino
del fracaso, de la huída
de la búsqueda fallida
que oscurece los sentidos
Buscando un rincón perdido
donde esconder lo vivido
donde esperar sin ser vistos
a que pasen tiempo y olvido
recorriendo ese camino
hablándonos sin oírnos
hablándonos sin oírnos.

TENEMOS QUE APRENDER A MIRAR DÍA A DÍA
TENEMOS QUE APRENDER A "ESPERAR" LA VIDA
TENEMOS QUE APRENDER A CAMINAR SIN PRISA
TENEMOS QUE APRENDER A COMPARTIR LA DICHA
PORQUE MIRAR ES MÁS QUE SER TESTIGOS
PORQUE ESPERAR ES MUCHO MÁS...
MUCHO MÁS QUE SEGUIR VIVO
CAMINAR ES MÁS QUE ANDAR SEGUIDO
Y COMPARTIR ES VIVIR TODO Y SIEMPRE CONTIGO
La esperanza al fin hallada
en nuestra mesa está sentada
en este pan compartido
en el vino recibido
que hace calentar el alma
en tus palabras de siempre
que nuestra razón entiende
por primera vez ... y pierde
el miedo....que no vence
a la alegría de quererte...
quédate Señor...quédate... porque atardece
TENEMOS QUE APRENDER A MIRAR DÍA A DÍA …
                                                            Salomé Arricibita

DULCE MADRE TIERRA. ¡CUÍDALA!

QUÉDATE, SEÑOR.

EL DIOS VIVO ESTÁ EN LOS CAMINOS

Puede presentarse desnudo con la mano abierta.Puede aparecer sabio cargado de certezas. Puede explicarme,otra vez, su evangelio, con palabras o con obras. Vendrá disfrazado de caminante o de amigo, de mendigo o de señor. Y es posible que, si atiendo un poquito, note que el corazón se me acelera y me quema de una manera distinta. Y entonces miraré a los míos y les diré: "Era verdad"....
Vals del camino. 
 Déjame, Señor, poner sobre tus huellas mis pies porque del camino ya me voy cansando y hacerlo cantando alivia mi afán a tu mismo paso, con el mismo vaso, de tu mismo vino, con el mismo pan 

 Porque si voy hambriento Señor comeré, de tu pan, de tu vino, Señor beberé, y si al fin, yo me canso, Señor y te nombro me acercas el hombro me llevas sobre él Tú soportas mi carga ligera, mi cruz de madera mi vaso de hiel.   
                                                                                                   Pastoralsj

NUESTRA TIERRA VOLVERÁ A RESUCITAR





LA LOSA
Cuando veo un mundo gris que se nos muere
 y me duele con quien vivo la Palabra,
si la paz tan alejada de este mundo
nos forzamos todos juntos en buscarla,
si entre todos escuchamos sin ser sordos
los gritos de dolor que el hombre lanza...

SE ABRE LA LOSA QUE ENCIERRA A LA HUMANIDAD,
LA TIERRA, LOS HOMBRES, COMIENZAN A RESUCITAR.

Cuando vemos los trabajos que labramos
y los pobres no reciben sus esfuerzos,
cuando en Dios su voluntad nos planteamos
y los hombres no lo sienten en su adentro,
si aceptamos el fracaso siendo humildes
por lo poco que en nosotros de Dios vieron...

Los gritos que se oigan los escucharemos,
las faltas que otros tengan nos dolerán,
las culpas que nos carguen las aceptaremos,
y con el alma la humildad siempre estará.

Luz de Dios a las sombras le pondremos,
nos diluiremos juntos como la sal,
 cuando esto lo vivamos todo
 nuestro la Tierra volverá a resucitar.

Si porque estamos solos nos sentimos muertos,
buscamos todos juntos la comunidad;
entonces viviremos el Padre Nuestro,
 la Tierra volverá a resucitar.
                                       Pastoralsj

SEPULCROS VACÍOS


En pascua celebramos a un Dios que vence a la cruz. Cada vez que alguien caído se levanta; cuando surge la esperanza en las noches oscuras; cuando una risa rompe, poderosa, el llanto... se vacían los sepulcros; cuando seguimos avanzando, incluso en la dificultad; cuando el abrazo es auténtico; cuando, como un torrente, el evangelio se derrama en nuestro interior y nos vuelve audaces, sabios, fuertes... se vacían los sepulcros. Ahora....

CADA DÍA SU AFÁN

                                                                             
EL HOMBRE Y EL TRABAJO
LA celebración del día primero de mayo nos exige repensar la importancia del trabajo y reivindicar la dignidad del trabajador. Si esta conciencia es compartida por toda la sociedad, la fe cristiana no puede ignorar la importancia del trabajo. Esa atención a los trabajadores se debe precisamente al aprecio que nos merece el ser humano.
En su audiencia general del día primero de mayo del año 1965, el papa Pablo VI reflexionaba ante sus oyentes sobre la vida religiosa y el mundo del trabajo. Y se preguntaba: “¿Por qué van a estar separadas entre sí estas expresiones sumas de la vida humana? ¿Por qué tienen que oponerse?”
Aquel mismo año se iba a clausurar el Concilio Vaticano II, que nos dejó en la constitución sobre la Iglesia en el mundo de hoy unas oportunas reflexiones sobre el tema (GS 33-37).
Hace unas semanas hemos recordado los cincuenta años transcurridos desde la publicación de la encíclica Populorum progressio  (26.3.1967).  En ella subrayaba Pablo VI que por el trabajo el hombre participa en la obra de la creación de Dios: “ya sea artista o artesano, patrono, obrero o campesino, todo trabajador es un creador” (PP 27).
Con todo, reconocía que el trabajo es siempre ambivalente. Invita a unos al egoísmo y a los otros a la revuelta. Pero “desarrolla también la conciencia profesional, el sentido del deber y la caridad para con el prójimo” (PP 28).
En la audiencia general del día 1 de mayo de 1973 Pablo VI subrayaba tanto el deber como el derecho a trabajar: “El hombre no alcanza su dimensión verdadera sin el trabajo, que es ley benéfica y grave para todos nosotros (…) Todo hombre debe ser, en cierto modo, trabajador inteligente y voluntarioso. Honremos en el trabajo aquello que lo hace grande, noble, meritorio: el deber. Y reconozcamos en el trabajo, un programa indefectible e irrenunciable de nuestra vida: el derecho al trabajo”.
Precisamente por ser un deber y una necesidad, el trabajo comporta algunos efectos desagradables, como la fatiga, el esfuerzo  y el cansancio. Por eso, no se puede ver el trabajo sin pensar en el trabajador.
Durante el año santo, en la misa jubilar para los obreros, celebrada precisamente en el día del trabajo, decía Pablo VI: “El hombre es quien produce el trabajo; y el trabajo, que es el esfuerzo por dominar la tierra, tiende a servir al hombre. Si no fuera así, el hombre volvería a la esclavitud; y el trabajo marcaría a nivel materialista la estatura, el desarrollo y la dignidad del hombre” (1.5.1975).
Los tiempos han cambiado notablemente. Las técnicas modernas de comunicación, de producción y de servicios no solo han creado nuevos puestos de trabajo, sino también una nueva comprensión del trabajador. Se impone una renovada reflexión técnica y ética.
                                                    José-Román Flecha Andrés

ORACIÓN POR EL VIAJE DEL PAPA FRANCISCO A EGIPTO

   "Señor, Dios de la paz,Protégelo y acompáñalo en todo momento, que en este país golpeado por la violencia sea recibido como amigo y mensajero de paz..."
Te pido que su visita fortalezca a todos los cristianos de Oriente Medio e impulse el diálogo interreligioso y el ecumenismo con la Iglesia copto-ortodoxa. Que pueda llevar tu amor y misericordia a todos los habitantes de esa región, y contribuir con sus gestos, palabras y acciones, a construir puentes de paz, de diálogo, de fraternidad, de justicia y de humanidad.
Ayúdale para que esta visita a la cuna de la civilización, tierra de sol y hospitalidad donde vivieron patriarcas y profetas y que acogió a la Sagrada Familia huyendo de Herodes, llene también su corazón de esperanza y alegría y le impulse a seguir guiando a la Iglesia católica bajo la inspiración del Espíritu Santo.
Madre del cielo, Reina de los corazones, protege a tu hijo Francisco y acompáñalo en todo momento. Amén.

¿LOS CRISTIANOS DE EGIPTO SON DE ACERO?

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José Ignacio Munilla Aguirre
¡Me quedo sin palabras ante estos dos testimonios!  

HERMOSA REFLEXIÓN DOCENTE

SOR ESPERANZA: TESTIMONIO QUE CONMUEVE A VENEZUELA

https://www.aciprensa.com/noticias/video-anciana-religiosa-resiste-represion-a-protesta-en-venezuela-y-conmueve-las-redes-33773/

REZANDO VOY

CREEMOS EN JESÚS RESUCITADO

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Puesto que Cristo ha resucitado
creemos en la vida,
¡para siempre!
Puesto que Cristo ha resucitado
no creemos en la muerte.
¡En ninguna muerte,
para nadie que quiera vivir!
Puesto que Cristo ha resucitado,
creemos que el hombre
es un proceso ilimitado
y que nada de lo que podamos imaginar
es demasiado grande para El.
Puesto que Cristo ha resucitado
podemos empezar una vida nueva
cuanto antes!
Puesto que Cristo ha resucitado
creemos en El.
Puesto que Cristo ha resucitado
la fuerza del presente
es el futuro.
Puesto que Cristo ha resucitado
el mundo está en marcha
y no lo detendrán las conquistas
ni los intereses de los vencedores.
Puesto que Cristo ha resucitado
estamos en revolución permanente
y es preciso cambiar el mundo
desde sus cimientos.
Puesto que Cristo ha resucitado,
hay que construir una ciudad sin clases,
donde el hombre no sea lobo para el hombre
sino compañero y hermano.
Puesto que Cristo ha resucitado
hay un amor y una casa ¡para todos!
Puesto que Cristo ha resucitado
creemos en una Tierra Nueva.
Y porque creemos y esperamos
no tenemos nada que conservar.
Y afirmamos que el mejor modo
de conseguirlo todo
es perderlo todo
por una sola cosa:
Por TI
                                                           P. Loidi

"UN POCO DE FE"

ABRIENDO LOS OJOS

ENTRAS

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Entras. hasta el fondo del alma. En la interior bodega. Entras, te pones en medio de nosotros, pues tu Reino está así, entre nosotros, cerca de las alpargatas, entras con las puertas cerradas, entras siempre y nos dices: paz a vosotros. Mi paz os dejo, mi paz os doy, no como la da el mundo. Tu paz. Con tu paz nos envías. Con tu paz nos das el Espíritu Santo. La posibilidad de proclamar, hemos visto al Señor. Tu don disipa nuestras dudas, Señor mío y Dios mío. Entra en mi, Jesús Resucitado.


EL ENCUENTRO CON EL RESUCITADO


El encuentro con el resucitado disipa los miedos y trae la paz.
                                                                                                                                       C de Jesús

Tiempo de Pascua, reencontrarnos con una fuerza que no es de este mundo

Tiempo de Pascua, reencontrarnos con una fuerza que no es de este mundo

Es la fuerza que desprenden aquellas personas que, desde nuestra lógica y desde nuestro bienestar “asegurado”, deberían vivir derrotadas, sin proyecto, arrodilladas ante una realidad que no duda en hacerlas caer de nuevo cuando parecía que podrían levantarse. También todas aquellas otras personas que las acompañan día tras día, con la sensación de estar luchando contra un gigante, pero sin dejar de buscar alguna grieta por donde alimentar la vida.

Es una fuerza que explica aquello que con nuestros esquemas es inexplicable: ¿Cómo aguantan? ¿Qué les hace vivir? ¿Por qué no se dan por vencidas? ¿Cómo se sostienen en medio de tanto dolor?… Una fuerza que nos hace abrir los ojos y escuchar, que nos interroga, que nos toca el corazón y que nos cuestiona vitalmente. Es una fuerza que viene de nosotros pero que va más allá.

Es la fuerza de la mujer que sufría hemorragias y que consiguió abrirse paso entre la multitud para tocar la orla del manto de Jesús (Lucas 8, 40-48). Es la fuerza del ciego que gritaba al margen del camino cuando todo el mundo le mandaba callar (Marcos 10, 46-52). Es la fuerza de las mujeres que se fueron del sepulcro para anunciar a los discípulos que habían visto a Jesús (Mateo 28, 8-15). También debía ser la fuerza que los otros reconocían en el mismo Jesús, los que le seguían y los que lo mataron.

Esta es la fuerza de la resurrección, la que puede transformar nuestra vida y darle la vuelta a nuestro mundo, la que nos puede ayudar a convertirnos en personas más libres, más fuertes y más humanas, personas que trabajan por la justicia.
Esa fuerza es un tesoro que hay que cuidar en un tiempo y un momento donde es habitual sentirnos débiles, con la necesidad de encerrarnos en un pequeño espacio vital para proteger nuestro bienestar en este mundo hostil, atados a dinámicas que nos someten, a ritmos marcados por otros y que condicionan nuestra vida (personal, institucional, comunitaria y también de Iglesia).

El tiempo de Pascua que vivimos ahora, puede ser un tiempo de reencontrarnos (individual y colectivamente) con la fuerza de la resurrección. Quizás la encontremos escondida en nuestro interior, sin saber porque ni como hemos ido cargando sobre ella todo aquello que nos impide sentirla: discursos de impotencia, relatos conformistas, la aceptación de un sistema injusto como si no hubiese alternativa posible, el miedo a exponer nuestra vida confortable…  Quizás descubramos qué o quien (y con que interés) nos aleja de ella. Quizás la encontremos necesitada de cuidado y atención, esperándonos, deseando tomar cuerpo, coger fuerzas y salir de nosotros.

Si así fuese, si nos reencontrásemos con nuestra fuerza y otros con la suya, podríamos curarnos y curar, podríamos transformar este mundo, abrir puertas, romper muros, levantar puentes… llegar a ser verdadera humanidad.

pascua
                                                                                           
                                                                                                                 @mcdelafuente

“SI NADIE TE QUIERE YO SÍ": ASÍ TE HABLARÍA DIOS


Si nadie te ama, mi alegría es amarte.
Si lloras, estoy deseando consolarte.
Si eres débil, te daré mi fuerza y mi alegría.
Si nadie te necesita, yo te busco.
Si eres inútil, yo no puedo prescindir de ti.
Si estás vacío, mi ternura te colmará.
Si tienes miedo, te llevo en mis brazos.
Si quieres caminar, iré contigo.
Si me llamas, vengo siempre.
Si te pierdes, no duermo hasta encontrarte.
Si estás cansado, soy tu descanso.
Si pecas, soy tu perdón.
Si me hablas, trátame de tú.
Si me pides, soy don para ti.
Si me necesitas, te digo: estoy aquí dentro de ti.
Si te resistes, no quiero que hagas nada a la fuerza.
Si estás a oscuras, soy lámpara para tus pasos.
Si tienes hambre, soy pan de vida para ti.
Si eres infiel, yo soy fiel contigo.
Si quieres hablar, yo te escucho siempre.
Si me miras, verás la verdad en tu corazón.
Si estás en prisión , te voy a visitar y liberar.
Si te marchas, no quiero que guardes las apariencias.
Si piensas que soy tu rival, no quiero quedar por encima de ti
Si quieres ver mi rostro, mira una flor, una fuente, un niño.
Si estás excluido, yo soy afiliado.
Si todos te olvidan, mis entrañas se estremecen recordándote.
Si no tienes a nadie, me tienes a mí.
Si eres silencio, mi palabra habitará en tu corazón.


                                                                                                                           Aleteia

REZANDO VOY

EL RESUCITADO TIENE EL OFICIO DE CONSOLAR

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El Resucitado tiene el oficio de consolar. Va por ahí consolando; es a lo que se dedica. El Resucitado trae alegría y gozo a los que se aparece “como unos amigos suelen consolar a otros”.

Y es un maestro en su oficio. ...Consuela a su santa Madre, que lo acompañó hasta la cruz; consuela a la Magdalena, que lloraba ante el sepulcro; consuela a sus discípulos en el cenáculo, llenos de miedo y de arrepentimiento por el abandono. Su consuelo nos trae perdón, paz, alegría…

Tenemos un buen Maestro. Y cuenta con nosotros para que seamos aprendices suyos en este oficio de consolar, de llevar a otros el mismo gozo que hemos recibido de Él.

E Ignaciana

VIVIR COMO RESUCITADOS

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¡Verdaderamente ha resucitado el Señor! Resurrección significa también que Dios da al ser humano la capacidad de resucitar dentro de la existencia. Existen dinámicas y dimensiones en nuestra vida que se encuentran muertas. Ante esto, la resurrección –como buena noticia– nos revela que el ser humano no fue creado para la muerte y la destrucción sino para la resurrección: Dios, en Jesús, se ha comprometido con la vida humana, transformándola en vida plena.

En este tiempo pascual le pedimos al buen Dios que ilumine aquellas zonas de nuestra vida y de nuestra historia que se encuentran muertas. Que Él las trasforme y les comunique la fuerza de su resurrección; para que cada uno podamos vivir ya, en nuestra existencia, como resucitados.

E Ignaciana

ALELUYA

DA GRACIAS AL SEÑOR SIEMPRE

Dad gracias al Señor porque es bueno porque es eterna su misericordia . Tu bondad me acompaña cada día.

DECIDO "VIVIR RESUCITADO"

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Precisamente porque todo sigue igual, yo decido “vivir resucitado”. Vivir resucitado porque deseo infundir esperanza y solidaridad en mi entorno laboral. Vivir resucitado porque, hoy más que nunca, quiero ser un hombre o mujer de confianza para mis seres queridos.

Urge vivir resucitado porque quiero ayudar a transformar la tristeza en alegría, el egoísmo en solidaridad. Decido vivir resucitado porque soy yo el que cree verdaderamente en su corazón que Cristo al tercer día resucitó.

E Ignaciana
                                           
                                                                                               

REZANDO VOY, S.J. Día 26 de abril

17-4PA-2-3X-A.mp3

EVANGELIO DE SAN MATEO 5,13-16

RESUCITÓ


A FAVOR DE LA VIDA

RESUCITO

????


DEBILIDAD Y GRANDEZA


ALELUYA

REZANDO VOY, S.J. Día 25 de abril

17-4PA-2-2M-A.mp3

EVANGELIO DE SAN MARCOS 16,15-20

SI, RESUCITO!


NUNCA TE FUISTE




Apareciste 
cuando el alma 
no tenía prisa 
ni de llegar, 
ni de crecer, 
ni de morir. 

Cuando te fuiste
el cuerpo 
no hizo balance 
ni de ausencias, 
ni de caricias, 
ni de preguntas. 

Y me dejaste 
una sorpresa, 
una certeza, 
un corazón. 

¡Nunca te fuiste!

Benjamín González Buelta, sj

DE PROFESIÓN: VIVIENTE



Vivir no es fácil. No elegimos la existencia, fuimos traídos a ella, por un conjunto de circunstancias, mezcla del azar y de la intervención humana. Y, dentro de ambos, está -decimos los creyentes- la Providencia divina. Somos seres contingentes: de no darse esa conjunción en el espacio y en el tiempo, no habríamos llegado a la existencia. De ahí que muchos autores clásicos hablaban de la culpa de haber nacido. La vida es un don con caducidad inexorable, pero en fecha desconocida.

Hay quien se extraña de que personas creyentes puedan tener miedo a la muerte. Otras no temen ese instante, pero manifiestan su temor al proceso de morir, si resulta extremadamente doloroso o prolongado. Suele decirse que cuando un enfermo es consciente de su próximo fin, pasa por tres etapas: negación, lucha y aceptación. Pero el miedo a dejar la vida, común a muchos creyentes o increyentes, es un temor psicológico, existencial. Enfrentarse con ese final inevitable y común a todos los seres vivos, revela la tragedia de la finitud. Un creyente auténtico es quien, en expresión de Hans Küng, espera descansar en el Misterio de la misericordia divina, a pesar de sus dudas e inseguridades.

EL DON DE SI MISMO...

REZANDO VOY, S.J. Día 24 de abril

17-4PA-2-1L-A.mp3

EVANGELIO DE SAN JUAN 3,1-8

GANA LA VIDA


Así de contundente. Si pillásemos bien el significado de tu resurrección, palidecerían en comparación las celebraciones de quien gana un mundial, saca una oposición o recibe un oscar; en contraste con este canto poderoso serían balbuceos las exclamaciones de alegría del amante correspondido o del estudiante aprobado por los pelos. Porque en la victoria de esa vida entregada, en la palabra definitiva de un Dios que parecía callado, pero habla ahora con fuerza, la vida gana, vence, como un torrente que anega tierras secas ávidas de agua; como el fuego que, en la noche más oscura, trae una luz que permite adivinar la vida oculta. Gana la vida, Tu vida.

POSIBILIDADES

01 _118. Todo vuelve a ser posible (1).mp3