EL PAPA PARTICIPÓ EN EGIPTO EN LA COFERENCIA INTERNACIONAL POR LA PAZ

papa Francisco viaje Egipto 28 abril 2017 universidad Al-Azhar con el gran imán Ahmed al Tayyeb

"La violencia es la negación de la toda auténtica religiosidad"
Ante un auditorio formado por numerosos líderes islámicos de distintas corrientes y países, el Papa participó en la Conferencia Internacional por la Paz con un tono más académico y centrado en el diálogo interreligioso.

Habló de la importancia de la educación para conseguir una verdadera “cultura del encuentro” así como de un diálogo sincero en el que la religión sea parte de la solución y no del problema ante los problemas que azotan el mundo. Y para ello dedicó una parte importante de su discurso a censurar a aquellos que justifican la violencia en nombre de Dios y reclamar la libertad religiosa.

Ante el imán del Al Azhar, Francisco indicó que “es indispensable excluir cualquier absolutización que justifique cualquier forma de violencia. La violencia, de hecho, es la negación de toda auténtica religiosidad”.

De este modo, el Papa hizo en Egipto un importante llamamiento: “como líderes religiosos estamos llamados a desenmascarar la violencia que se disfraza de supuesta sacralidad”.

"Obligados a denunciar" a los que justifican la violencia en nombre de Dios
Por ello, no es suficiente con no apoyar la violencia sino que Francisco recalcó que “estamos obligados a denunciar las violaciones que atentan contra la dignidad humana y contra los derechos humanos, a poner al descubierto los intentos de justificar todas las formas de odio en nombre de las religiones y a condenarlos como una falsificación idolátrica de Dios”.

“Sólo la paz es santa y ninguna violencia puede ser perpetrada en nombre de Dios porque profanaría su nombre”, sentenció el Santo Padre.

Un 'no' alto y claro a la violencia
Pidiendo que las religiones estén unidas ante este reto, el Papa prosiguió su discurso indicando que “repetimos un ‘no’ alto y claro a toda forma de violencia, de venganza y de odio cometidos en nombre de la religión o en nombre de Dios. Juntos afirmamos la incompatibilidad entre la fe y la violencia, entre creer y odiar”.

En este sentido, agregó que no sólo se debe denunciar la violencia sino que la religión ésta “lleva en sí misma la vocación a promover la paz, probablemente hoy más que nunca”.

Así, dijo que sin caer en sincretismos religiosos la tarea de los cristianos y los musulmanes “nuestra tarea es la de rezar los unos y por los otros, pidiendo a Dios el don de la paz, encontrarnos, dialogar, y promover la armonía con un espíritu de cooperación y amistad”.

La importancia de la educación de los jóvenes
Para que haya paz, indicó Francisco, es necesaria “una adecuada educación de las jóvenes generaciones”. Según el Papa, la educación se convierte en sabiduría cuando consigue que el hombre saque lo mejor de sí mismo. “La sabiduría busca al otro, superando la tentación de endurecerse y encerrarse”.

Siguiendo esta línea, Francisco agregó que “esta sabiduría, rechazando toda ansía de injusticia, se centra en la dignidad del hombre, valioso a los ojos de Dios, y en una ética que sea digna del hombre, rechazando el miedo al otro”.

Reconocimiento de la libertad religiosa
Con respecto al diálogo, el Papa destacó la importancia de la relación entre las religiones pues “estamos llamados –agregó- a caminar juntos con la convicción de que el futuro de todos depende también del encuentro entre religiones y culturas”.

La mejor forma de construir “juntos” el futuro, explicó el Santo Padre, pasar por “educar” y “dialogar sinceramente con el otro, reconociendo sus derechos y libertades fundamentales, especialmente la religiosa”.

Pinche
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