POEMA

Desde el seno materno
A veces no percibo 
la belleza del barro.
Lo veo quebradizo.
Cada cacharro resulta
tosco, frágil o áspero.
Me parece impensable
que pueda ser recipiente
de ideas, historias, 
sabiduría, perdón,
amores, verdad, profecía,
paciencia o consuelo.
Pero tú lo ves todo distinto.

Imaginaste,
creíste en nosotros
y lo posible se puso en marcha.
Modelaste el barro,
creaste algo hermoso.
Miraste el resultado, contento,
adivinando tantas posibilidades
en la obra de tus manos.
Enséñame a creer.
                      (José María R Olaizola sj)


No hay comentarios:

Publicar un comentario