BRISA

A veces estás en la tormenta, 
la pasión desbordada,
el estruendo de batallas 
en que me rompo, 
contigo
o contra ti, 
y eres aguacero,
que enfría mis certidumbres 
o apaga mis incendios.

A veces estás en el huracán
que me asusta y me enardece,
bramando con fragor de profeta,
desgarrando el mundo
con la protesta 
de todas las víctimas 
que sufren, gritan
y exigen justicia,
y eres el viento 
que me arranca del hogar
hasta que bailo con el mundo.

Pero otras veces estás,
cotidiano y discreto,
como brisa en la mañana,
en el cansancio de los días sin motivos,
en la rutina del reloj de dentro,
en las derrotas sin drama,
o las victorias sin fiesta. 
Y eres silencio 
en mi oración desierta,
eres caricia inadvertida,
que, sin yo notarlo, 
alivia las viejas heridas
de siempre.


@jmolaizola

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