LA ESPERA, SOLO LA ESPERA

Resultado de imagen de tercer domingo de adviento

No me gusta esperar mi turno. No me gusta esperar el tren, No me gusta esperar el momento oportuno, No me gusta esperar otro día más... Todo está hecho para evitar la espera: los abonos de los medios de transporte públicos y los autoservicios, los créditos de los bancos, las fotos digitales, la televisión y la radio.

Sin embargo tú, Dios, has  elegido hacerte esperar durante todo el tiempo de un Adviento. Porque tú has convertido la espera en el espacio de la conversión, en el cara a cara con todo lo que está escondido. La espera solo la espera, la espera de la espera, la intimidad con la espera que está en nosotros, porque solo la espera llama la atención y solo la atención es capaz de amar.

                                                                                                                                          Jean Debruyrme



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