ENVÍAME
Envíame sin temor, que estoy dispuesto.
No me dejes tiempo para inventar excusas,
ni permitas que intente negociar contigo.
Envíame, que estoy dispuesto.
Pon en mi camino gentes, tierras, historias,
vidas heridas y sedientas de ti.
No admitas un no por respuesta.
Envíame; a los míos y a los otros,
a los cercanos y a los extraños
a los que te conocen y a los que sólo te sueñan,
y pon en mis manos tu tacto que cura.
en mis labios tu palabra que seduce;
en mis acciones tu humanidad que salva;
en mi fe la certeza de tu evangelio.
Envíame, con tantos otros que, cada día,
convierten el mundo en milagro.
José M.ª Rodríguez Olaizola, sj
LLEVAS UN GRAN TESORO EN VASIJA DE BARRO
LOS PASAJEROS DEL TREN CANTAN SOBRE EL ARCOIRIS
Hay gente que ha decidido levantar el espíritu a otros. Hay gente que elige compartir buenos ratos en vez de crearlos malos. Hay gente que no añade bronca al ambiente. Hay gente capaz de hacer que otros saquen la música de dentro. Y así, poco a poco, se va formando comunidad. Ojalá la vida fuera convertir mañanas de lunes en fiesta inesperada.
LO DEMÁS LO HARÁ DIOS
Tú no fuerzas una flor a que abra,la flor la abre Dios,
tú la plantas, la riegas, la resguardas,
lo demás lo hace Dios.
Tú no obligas a un amigo a que te ame,
el amor lo da Dios,
tú le sirves, le ayudas, en ti la amistad arde,
lo demás lo hace Dios.
Tú no obligas a un alma a que crea,
la Fe la da Dios,
tú trabajas, confías y esperas,
lo demás lo hace Dios.
Así que no trates de adelantarte a Su plan de amor,
trabaja, ayuda, vive para amarle,
lo demás lo hará Dios.
LA ESPIRITUALIDAD A LO LARGO DE LA VIDA
SU LLAMADA NOS LLENA DE POSIBILIDADES
TÚ ME SONDEAS Y ME CONOCES
¡ARRIÉSGATE!
Reír, es arriesgarse a parecer tonto.
Llorar es arriesgarse a parecer un sentimental.
Hacer algo por alguien, es arriesgarse a involucrarse.
Expresar sentimientos, es arriesgarse a mostrar tu verdadero yo.
Exponer tus ideas y tus sueños, es arriesgarse a perderlos.
Amar, es arriesgarse a no ser correspondido
Vivir, es arriesgarse a morir.
Esperar, es arriesgarse a la desesperanza.
Lanzarte, es arriesgarse a fallar.
Pero los riesgos deber ser tomados, porque el peligro más grande en la vida es no arriesgarse nada.
La persona que no arriesga, no hace, ni tiene nada.
Se pueden evitar sufrimientos y preocupaciones, pero simplemente no puede aprender, sentir, cambiar, crecer, amar y vivir...
Solo una persona que se arriesga es libre.
Los riegos son como abrir una puerta a lo desconocido.
Pero que hermoso es en la vida abrir la puerta correcta de nuestro futuro.
R de Luz
CONTRA LA TRISTEZA DE AHORA
No sé si también os pasa. Pero, un poco, percibo –en mí y en otros alrededor– que nos está asaltando la tristeza. Una tristeza diferente, no dramática –salvo en las situaciones desesperadas que, desgraciadamente, también hay–. Una tristeza silenciosa, que se lee entre las líneas de protocolos infinitos. La cháchara mediática ya nos está inmunizando y apenas nos afectan las indecencias partidistas de todo cuño que hace meses creíamos imposibles en una situación como esta. Sencillamente, apagamos, para no ver, no oír, no pensar demasiado. Las estadísticas están ganando la batalla a los rostros, y repetimos mecánicamente las cifras del día, aceptando ni poner nombre a los muertos. Vemos, con resignado pesimismo, que no va a quedar más remedio que ir confinándonos de nuevo. Quizás no como en marzo, probablemente sea algo más selectivo, con limitaciones menos severas. Pero, ciertamente, no la aparente seguridad que nos hemos permitido disfrutar en verano. Caminando por las calles vemos locales vacíos, carteles de liquidación, y en otros casos, negocios que intentan resistir, hambrientos de clientes. Clientes que, a su vez, miran desde fuera, temerosos de jugar a la ruleta con el virus.
Hace falta resistir. Resistir frente a la tentación de la derrota, con herramientas que son más necesarias hoy que nunca: el humor, la esperanza, y la capacidad crítica.
Humor, para no dejar que el enfado que nos quieren instalar en la entraña se adueñe de nosotros; para no seguir bailando al son de tambores de guerra que solo benefician a los violentos. Humor para reírnos de lo absurdos que somos, de lo frágiles que nos hemos descubierto, de lo ridículas que parecen ahora las preocupaciones de hace un año.
Esperanza, porque hubo no hace tanto unas semanas en que parecía posible que cuidásemos unos de otros de un modo diferente. Hubo un instante en que pareció razonable ir a una. Y en que parecía que se podían aparcar las mezquindades en favor del bien común. Me niego a creer que aquello fuera solo un espejismo, por más que hayan vuelto a coger las riendas los que cabalgan mejor a lomos de calamidades.
Capacidad crítica, para señalar lo que no funciona, pero valorar lo que sí. Para no anclarse en los diagnósticos sin propuestas, pero tampoco en las propuestas sin fundamento. Para pensar en el largo plazo más que nunca ahora, cuando la alternativa es refugiarse en un carpe diem de series y reuniones virtuales.
No podemos dejar que la tristeza venza la partida.
Más que nunca, ahora, toca buscar la alegría verdadera de estar vivos y tener motivos.
MIRADA CREYENTE
YA ESTAMOS EN CLASE
Manuel Vicent
NOS TIENE MUCHO AMOR
ALEGRÍA VERDADERA
La verdadera alegría nace del encuentro con los demás, de sentirse aceptado, amado y comprender y amar sin interés
M Tenerife