Los talentos que Dios nos da se expanden cuando los ponemos al servicio de los demás y se reducen cuando los guardamos para nosotros. Podemos pretender ser como los demás en determinados aspectos y... eso es un error. Cada uno es como es, le gusta lo que le gusta y tiene la talla que tiene... por eso, nos quedará grande todo aquello que hagamos por parecernos a otros sin tener en cuenta nuestra condición, nuestros valores, nuestros límites y nuestras posibilidades.
Hay cosas que nos pueden quedar grandes pero... si nos amamos a nosotros mismos nos daremos cuenta que "somos grandes cuando experimentamos en la vida la alegría de darse en plenitud, con lo que somos y desde lo que somos".
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