NO ME RINDO


                                                             
Nado en pos de la luz, contracorriente,
y siento, salpicándome en la frente,
entre juncos de sed, oscura arcilla.
Más no me rindo, Dios, ni desespero.
Tenaz y decidido, solo quiero,
cruzar el mundo a nado hasta tu orilla.”

Enrique Barrero

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