EL AMOR ES MÁS QUE UN SENTIMIENTO O UN INSTINTO

Sobre el valor, la belleza y la grandeza del matrimonio indisoluble


EL INSTRUMENTUM LABORIS DE PIXAR PARA EL SÍNODO DE LAS FAMILIAS


 Sin duda, la doctrina sobre la indisolubilidad del matrimonio hoy está entre las más incomprensibles en nuestros ambientes secularizados [...]. Por otra parte, quisiera subrayar que recientes investigaciones llevadas a cabo entre nuestros jóvenes confirman la fascinación del ideal de fidelidad entre un hombre y una mujer, fundado en el orden de la Creación. 
    Aunque afirman “creer” en el divorcio, la mayor parte de ellos aspira a una relación fiel y constante, correspondiente a su naturaleza espiritual y moral.

    Por otro lado, no debemos olvidar que el matrimonio indisoluble posee un valor antropológico de grandeza primordial: sustrae a la persona del arbitrio y de la tiranía de los sentimientos y de los estados de ánimo; les ayuda a afrontar las dificultades personales y a superar las experiencias dolorosas; sobre todo protege a los hijos. 

Por ello afirmamos que el amor es algo más que un sentimiento o un instinto. En su esencia, es dedicación y compromiso. En el amor conyugal, dos personas se dicen una a otra, de modo consciente y voluntario: eres tan importante para mi, eres tan único/a para mí, que quiero estar solo contigo y para siempre.
  • Cardenal Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la fe, en «La speranza della famiglia» (Edizioni Ares

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