El peligro de abusar del omeprazol
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Tomar diariamente y durante dos o más años antiácidos se vincula con un
déficit vitamínico
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Si no se tratan los niveles bajos de esta vitamina, puede generar daño
neurológico
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Los síntomas iniciales de este problema son vagos como la debilidad o el
cansancio
Actualizado: 30/06/2014 17:17 horas
A veces cuando hablamos de vitaminas, tenemos en mente que es necesario
tomar frutas y verduras para tener unos niveles aceptables y que quizás algunas
personas abusen de los suplementos que, en la mayoría de los casos, son más
contraproducentes que beneficiosos. Sin embargo, uno no imagina que un déficit
de una vitamina, como la B12, pueda conducir a problemas como la demencia, un daño
neurológico, anemia y otras complicaciones. Tampoco es fácil relacionar que
estos problemas puedan tener su origen en fármacos tan conocidos como el
omeprazol, muy utilizados para evitar múltiples problemas, sobre todo la irritación por reflujo gástrico o para la
protección gástrica frente a medicamentos agresivos. Sin embargo, un estudio
acaba de vincular la ingesta prolongada de este y otros medicamentos similares
con una carencia de esa vitamina.
Si usted es de los que cumplen con las recomendaciones médicas, no debería
asustarse. Porque los médicos suelen controlar este tipo de efectos al no
prolongar excesivamente los tratamientos con inhibidores de la bomba de
protones, que es el nombre técnico del omeprazol y otros protectores gástricos
o antiulcerosos. Pero si es de aquellas personas que suelen pasar poco por la
consulta médica y acuden con mucha más frecuencia a la farmacia para
automedicarse, quizás debería prestar atención a este artículo.
Se estima que entre el 10 y el 15% de los adultos mayores de
60 años tienen deficiencia de vitamina B12. Para su absorción desde
la dieta (está presente sobre todo en productos de origen animal, como la
carne), requiere del funcionamiento normal del estómago, páncreas e intestino
delgado. El ácido gástrico es clave, pues libera esta vitamina de los
alimentos, permitiendo que se una a ciertas proteínas. Si el ácido del estómago
se reduce, como ocurre cuando se toman estos fármacos, esa unión no se produce
ni tampoco la absorción completa de la vitamina. Ese déficit prolongado, de no
tratarse, derivará en múltiples problemas, como los mencionados.
Aunque investigaciones previas habían mostrado una relación entre la
ingesta prolongada de estos fármacos y la deficiencia de vitamina B12, esos
estudios eran pequeños y no se basaban en un análisis poblacional. Por este
motivo, investigadores de la organización Kaiser Permanente, proveedora de
servicios de salud en Estados Unidos, evaluaron esta relación en un gran grupo
de población: 25.956 pacientes con un diagnóstico de déficit de esta vitamina
fueron comparados con 184.1999 personas sin este trastorno entre 1997 y 2011.
También se controló su exposición a fármacos antiulcerosos: inhibidores de la
bomba de protones y antagonistas de los receptores H2 de la histamina, más
conocidos por sus nombres comerciales y que engloban, en el primer caso,
medicamentos como el omeprazol o el exomeprazol y, en el segundo, la ranitidina
o la famotidina.
Tiempo y dosis
El análisis, publicado en la revista Journal
of the American Medical Association, constata que las personas
que tomaron diariamente un medicamento del grupo de omeprazol durante dos o más
años tenían un 65% más de probabilidades de tener niveles bajos de
vitamina B12 que quienes no habían ingerido estos fármacos
durante un periodo tan prolongado. También aquellos que se medicaron con
productos del segundo grupo presentaban un riesgo un 25% mayor de este déficit
vitamínico. En cuanto a las dosis más peligrosas, se comprobó que tomar
diariamente 1,5 comprimidos se asoció con un riesgo un 95% superior a esta
deficiencia en comparación cuando la ingesta diaria era inferior a 0,7
píldoras.
Como explica José Luis Llisterri, presidente de la Sociedad Española de
Médicos de Atención Primaria (Semergen), "este vínculo es algo conocido
por los médicos. El problema en España es la excesiva omepralización que
hay. El omeprazol es el segundo principio activo más prescrito en
nuestro país después del paracetamol y por encima del ibuprofeno. Se ha
recetado como si fuera sal de frutas. Y no es un problema sólo del médico, como
es de venta libre, se ha autoprescrito de una manera excesiva".
La clave de este problema está seguramente en el éxito de este fármaco. Su
acción inhibe el contenido ácido del estómago que es el que genera las
molestias en personas con hernia de hiato. "Los pacientes con esofagitis
por reflujo gastroesofágico y los de esófago de Barrett requieren una
inhibición crónica de la secreción ácida. Pero el mensaje que se traduce de
este estudio es que si se prescribe una dosis alta de esta medicación porque
hay mucho ardor, se debería bajar tan pronto como se pueda (por
ejemplo de 40 miligramos a 20) y parar el tratamiento al
cabo de un tiempo, por lo menos hacer descansos, ya que con esto se
recupera la absorción de la vitamina B12", apunta Llisterri.
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