¿QUIEN AYUDA A QUIEN????

Con frecuencia, si hablamos de pobrezas, se me pregunta qué podemos hacer. 
No será poco si vamos ganando corazones, uno a uno, para el evangelio, pues del evangelio se trata cuando se trata del bien de los pobres.
Somos demasiados los cristianos que pensamos poder serlo sin prestar atención a los pobres. En nuestras manos no está cambiar las políticas de los pueblos, pero sí está cambiar nuestro corazón para que Jesús nuestro Señor continúe cuidando pobres con nuestra manos... Nosotros, como Jesús, no fuimos ungidos por el Espíritu Santo para recitar un credo, sino para llevar una buena noticia a los pobres. Y eso es lo que hemos de hacer allí donde estamos. Con lo cual, más que ayudar nosotros a los pobres, ellos nos estarán ayudando a nosotros a ser de Dios. 
Santiago Agrelo


No hay comentarios:

Publicar un comentario