
Hch 6,8-10; 7,54-60: “Lleno de
Espíritu Santo, Esteban vio la gloria de Dios”
Mt 10,17-22: “El Espíritu de
vuestro Padre hablará por vosotros”
DICIEMBRE 26
En aquel tiempo dijo Jesús:
Tened cuidado, porque os entregarán a las autoridades, os golpearán en las
sinagogas y hasta os conducirán ante gobernadores y reyes por causa mía; así
podréis dar testimonio de mí ante ellos y ante los paganos. Pero cuando os
entreguen a las autoridades, no os preocupéis por lo que habéis de decir o por
cómo decirlo, porque en aquel momento os dará Dios las palabras. No seréis
vosotros quienes habléis, sino que el Espíritu de vuestro Padre hablará por
vosotros. Los hermanos entregarán a la muerte a sus hermanos, y los padres a
sus hijos; y los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán. Todo el
mundo os odiará por causa mía, pero el que permanezca firme hasta el fin, será
salvo”.
Preparación: Inmediatamente después de la
celebración del Nacimiento del Señor, la liturgia se viste del rojo de la
sangre. La palabra “mártir”, significa “testigo”. Esteban es el primer mártir
cristiano. Hoy viene a recordarnos que creer en el Mesías Jesús exige una
fidelidad que puede ser muy costosa. Al hacer memoria de San Esteban,
recordamos también a una larga serie de mártires que llega hasta nuestros días.
Lectura: El libro de los Hechos de los Apóstoles nos narra las dificultades y suspicacias
que surgen muy pronto en la comunidad de los discípulos del Señor. Los hermanos
procedentes de la cultura griega se ven postergados con frecuencia. Los
apóstoles deciden elegir a siete hermanos para que se ocupen del servicio de la
caridad. Pero el Espíritu Santo enriquece a Esteban con otros dones, como el
del anuncio de la vida y el misterio de Jesús. El Espíritu de Dios habla por su
boca. Bien pronto da su vida por Jesús. Y la entrega con los mismos gestos con
los que Jesús entregó la suya.
Meditación: Jesús decía que “No se esconde una lámpara bajo una medida de trigo o bajo una
vasija”. La luz del evangelio no puede
permanecer escondida. El Señor Jesús envió a sus discípulos a anunciar su
mensaje y su salvación. Pero la tarea no quedaba reservada a los apóstoles.
Todos los creyentes estamos llamados a reproducir de alguna manera el camino
de Esteban. Somos conscientes de las
necesidades de nuestros hermanos. Aceptamos la misión que nos confía la Iglesia.
Anunciamos la palabra del Evangelio. Servimos a los hermanos en la caridad.
Damos testimonio de Cristo con la vida de cada día. Hacemos nuestra su oración.
Y estamos dispuestos a entregar la vida por él y como él.
Oración: Señor Jesús, te damos gracias por el
sacrificio de Esteban, el primero de los mártires. Concédenos el don de tu
Espíritu para que, como él, sirvamos a nuestros hermanos y aprendamos a
depositar toda nuestra vida en tus manos. Amén.
Contemplación: En una de las puertas de
bronce, realizadas por el escultor Subirachs para el Santuario-Basílica de la
Virgen del Camino, en León, hay una imagen llena de significado. Mientras
Esteban es apedreado a las afueras de Jerusalén, un rayo de lo alto pasa a
través de él y va a terminar en Saulo, derribado por el Señor en el camino de
Damasco. No sólo contemplamos la escena escultórica. Hoy contemplamos el
sacrificio de los mártires. Y, de todo corazón, damos gracias a Dios por la
misteriosa fecundidad de su entrega.
Acción: En la eucaristía recordamos ante el Señor a
los que nos han precedido en el signo de la fe. No podemos olvidar el
sacrificio de los mártires. Será oportuno releer la historia de alguno de los
mártires más recientes.
José-Román Flecha Andrés.
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