Nos comunicaba su visión del mundo a través de relatos e historias que contenían un mensaje para cambiar las estructuras de su tiempo y para denunciar las injusticias de su pueblo.
Hoy seguimos teniendo la oportunidad de anunciar y denunciar, de gritar, de instar y de luchar por el cambio. Tenemos todos los instrumentos para construir un mundo nuevo. Y a veces nuestros mejores medios pueden ser el humor y las ganas de cambio.
Ojalá, movidos por el espíritu, seamos valientes agentes de reconciliación, capaces de acompañar y mirar con compasión y misericordia. Ojalá nos atrevamos a denunciar las situaciones de injusticia, de diferencia, de desigualdad. Ojalá, camínenos erguidos, empujados por Dios, a ser anunciadores de buenas noticias y críticos con un mundo que se mueve en una lógica que no es la Suya.
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