LOS ÚLTIMOS SERÁN PRIMEROS, Y LOS PRIMEROS, ÚLTIMOS

Pope Francis with the clochards_

Después de la visita guiada a los Museos Vaticanos en exclusiva al final de marzo, ahora los ‘sin techo’, los inmigrantes y los pobres tendrán acceso en primera fila al Concierto de beneficencia del Papa  del próximo 14 de mayo en el Aula Pablo VI. Por deseo de Francisco ocuparán los puestos de honor que normalmente son reservados para autoridades civiles y eclesiales.

Así, los últimos serán primeros, y los primeros, últimos (Mateo 20:16), en el concierto Organizado para sostener las Obras de Caridad del Papa en la prestigiosa aula Pablo IV en la fiesta de la Solemnidad de la Ascensión del Señor.
El evento es patrocinado por la Limosnería Apostólica, la Oficina que tiene la tarea de practicar la caridad a favor de los pobres en nombre del Papa y que está dirigida por monseñor Konrad Krajewski (don Corrado). Además participa el Pontificio Consejo para la promoción de la Nueva Evangelización y la Fundación San Mateo en memoria del cardenal Van Thuán.
Sentados en sus cómodos puestos frente a la platea principal del Aula Nervi, los oídos de los ‘preferidos de Francisco’ se deleitarán al escuchar la “orquesta filarmónica Salernitana “Giuseppe Verdi” dirigida por el maestro Daniel Oren y monseñor Marco Frisina director del Coro de la diócesis de Roma.
El evento tendrá como ‘huéspedes de honor’ a las personas más necesitadas y que reciben la ayuda de los voluntarios y los operadores de la Diócesis de Roma, el Centro Astalli para los refugiados y la Comunidad San Egidio de Roma. 

Un concierto con los pobres y para los pobres 
“Las donaciones” son gestos de caridad de una Iglesia unida “a favor de los más pobres”. El Papa Francisco a través de la Limosnearía Apostólica desea “consolar” a Jesús en medio a los más necesitados y marginados en su diócesis (Roma), pero testimonio y “reflejo de las obras de amor” que diariamente las Iglesias locales emprenden en todo el Mundo, explicó monseñor Diego Giovanni Ravelli, Jefe de la Oficina de la Limosnería.
“También la música es caridad: ¡Nace del amor y dona el amor! Cuando toca el alma del hombre lleva a él la emoción de la vida y cura la pobreza del corazón. ¿Quién es tan rico que no necesita de una nota de caridad? Y ¿Quién es tan pobre para no poderla donar a los demás?”, agregó monseñor Ravelli al revelar el porque del Concierto.
“¡La pobreza – como ha recordado el Papa Francisco- nos llama a sembrar esperanza! El deseo y la esperanza de los organizadores, como también de todos aquellos que participan a esta inicitiva es que esto pueda de verdad ser una semilla de confianza, de esperanza y de amor”. Por eso, es un “concierto con los pobres y para los pobres”.
Con “los pobres” también que huyen de sus países en guerra. El Centro Astalli de Roma, que asiste los refugiados, también hace parte de la organización y reunirá un grupo de migrantes para asistir al Concierto del Papa. Ellos ocuparán los puestos reservados a los más ilustres, “por que en ellos está Jesús y a él reservamos la primera fila”, justificó el director de la Oficina de la Limosnería.

La ayuda concreta en cifras 
Además de ayudar a las personas indigentes, los migrantes, los refugiados y los desocupados, los fondos de la Caridad del Papa llegan también a algunas comunidades de claustro femeninas (las monjas de clausura), que muchas veces tienen problemas económicos. Ellas por su vocación no participarán al concierto.
La Limosnería ha repartido 1.500.000 de euro en 2014. Desde que el Papa Francisco es pontífice la cifra ha aumentado del 25% respecto al pasado año. En ese periodo, solo en el mes de marzo se captaron fondos por el valor de 250.000 euros, cifra que se espera aumente en mayo de este año.
Aleteia

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