Son muchos los gestos del Papa Francisco hacia las personas sin hogar de los alrededores de San Pedro. A principios de año, habilitó unas duchas y hace pocos meses, les invitó a visitar la capilla Sixtina.
Como parte de esta preocupación, el Vaticano ha abierto un albergue a pocos pasos de la plaza de San Pedro. El centro se llama " Casa Don de Misericordia”.
Los jesuitas han donado el edificio. Las Misioneras de la Caridad gestionan el albergue cuyos gastos serán cubiertos por la orden fundada por Madre Teresa y el Limosnero Papal.
Tiene capacidad para 34 personas. Quienes lo soliciten, primero deben pasar una entrevista con las religiosas y luego inscribirse. Podrán dormir allí un máximo de 30 días.
Está equipado con literas, una cocina, taquillas, lavadoras y varios baños.
No es el primer centro de estas características que abre el Vaticano. En 1988 se habilitó uno con 50 camas para mujeres sin hogar.
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