LUCAS 21,34-36
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
Mueve, Señor, los corazones de tus hijos, para que,
correspondiendo generosamente a tu gracia, reciban con mayor abundancia la
ayuda de tu bondad. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según Lucas 21,34-36
«Cuidad que no se emboten vuestros corazones por el libertinaje, por la
embriaguez y por las preocupaciones de la vida y venga aquel Día de improviso
sobre vosotros, como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la
faz de la tierra. Estad en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis
fuerza, logréis escapar y podáis manteneros en pie delante del Hijo del
hombre.»
3) Reflexión
• Estamos llegando al final del largo discurso
apocalíptico y también al final del año litúrgico. Jesús da un último consejo
convocándonos a la vigilancia (Lc 21,34-35) y a la oración (Lc 21,36).
• Lucas 21,34-35: Cuidado para no perder la conciencia crítica. “Cuidad que no
se emboten vuestros corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las
preocupaciones de la vida y venga aquel Día de improviso sobre vosotros, como
un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra”.
Un consejo similar Jesús lo había dado ya cuando le preguntaron sobre la
llegada del Reino (Lc 17,20-21). El responde que la llegada del Reino acontece
como un relámpago. Viene de repente, sin previo aviso. Las personas han de
estar atentas y preparadas, siempre (Lc 17,22-27). Cuando la espera es larga,
corremos el peligro de quedar desatentos y no prestar más atención a los
acontecimientos “los corazones se embotan por el libertinaje, por la embriaguez
y por las preocupaciones de la vida”. Hoy, las muchas distracciones nos vuelven
insensibles y la propaganda puede hasta pervertir en nosotros el sentido de la
vida. Ajenos a los sufrimientos de tanta gente del mundo, no percibimos las
injusticias que se cometen.
• Lucas 21,36: La oración como fuente de conciencia crítica y de esperanza.
“Estad en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza, logréis
escapar y podáis manteneros en pie delante del Hijo del hombre. . La oración
constante es un medio muy importante para no perder la presencia de espíritu.
La oración nos ayuda a profundizar en nosotros la conciencia de la presencia de
Dios en medio de nosotros y, así, sacar fuerza y luz para aguantar los malos
días y crecer en la esperanza.
• Resumen del Discurso Apocalíptico (Lc 21,5-36). Hemos pasado cinco días,
desde el martes hasta hoy sábado, meditando y profundizando sobre el
significado del Discurso Apocalíptico para nuestras vidas. Los tres evangelios
sinópticos traen este discurso de Jesús, cada uno a su manera. Vamos a ver de
cerca la versión que nos ofrece el evangelio de Lucas. He aquí un breve resumen
de lo que meditamos esos cinco días.
Todo el Discurso Apocalíptico es un intento para ayudar a las comunidades
perseguidas a situarse dentro del conjunto del plan de Dios y así tener
esperanza y valor para seguir firme por el camino. En el caso del Discurso
Apocalíptico del evangelio de Lucas, las comunidades perseguidas vivían en el
año 85. Jesús hablaba en el año 33. Su discurso describe las etapas o las
señales o de la realización del plan de Dios. En todo son 8 señales o periodos
desde Jesús hasta el final de los tiempos. Leyendo e interpretando su vida a la
luz de las señales dadas por Jesús, las comunidades descubrían en qué medida
estaban realizando el plan. Las siete primeras señales habían acontecido ya.
Pertenecían todas al pasado. Pero sobre todo en la 6ª y en la 7ª señal
(persecución y destrucción de Jerusalén) las comunidades encuentran la imagen o
el espejo de lo que estaba ocurriendo en el presente. He aquí las siete
señales:
Introducción al Discurso (Lc 21,5-7)
1a señal: los falsos mesías (Lc 21,8);
2a señal: guerras y revoluciones (Lc 21,9);
3a señal: nación contra otra nación, un reino contra otro reino, (Lc 21,10);
4a señal: terremotos en varios lugares (Lc 21,11);
5a señal: hambre, peste y señales en el cielo (Lc 21,11);
6ª señal: la persecución de los cristianos y la misión que deben realizar (Lc
21,12-19) + Misión
7ª señal: la destrucción de Jerusalén (Lc 21,20-24)
Al llegar a esta última señal, las comunidades concluyen: “Estamos en la 6ª y
en la 7ª señal”. Y aquí viene la pregunta más importante: “¿Cuánto falta para
que llegue el fin?” A aquel que está siendo perseguido no le importa el futuro
distinto, quiere saber si estará vivo el día siguiente o si tendrá la fuerza
para aguantar la persecución hasta el día siguiente. La respuesta a esta
pregunta inquietante la tenemos en la octava señal:
8ª señal: cambios en el sol y en la luna (Lc 21,25-26) que anuncian la llegada
del Hijo del Hombre. (Lc 21,27-28).
Conclusión: falta poco, todo está conforme con el plan de Dios, todo es dolor
de parto, Dios está con nosotros. Nos da fuerza para aguantar. Vamos a
testimoniar la Buena Noticia de Dios traída por Jesús.
En definitiva, Jesús confirma todo con su autoridad (Lc 21,29-33).
4) Para la reflexión personal
• Jesús pide vigilancia para que no seamos
sorprendidos por los hechos. ¿Cómo vivo este consejo de Jesús?
• La última petición de Jesús al final del año litúrgico es ésta: Estad en
vela, orando en todo tiempo. ¿Cómo vivo este consejo de Jesús en mi vida?
5) Oración final
un gran Dios es
Yahvé,
Rey grande sobre todos los dioses;
él sostiene las honduras de la tierra,
suyas son las cumbres de los montes;
suyo el mar, que él mismo hizo,
la tierra firme que formaron sus manos. (Sal 95,3-5)
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