PACIENCIA


En realidad, para cultivar tu paciencia necesitas más bien poco pero, sobre todo, son claves que están al alcance de tu mano. Te las comentamos brevemente…

1. Respira
Respirar profundamente siempre es un buen recurso, pues nos ayuda a reflexionar. Cuando nos tomamos unos segundos para respirar estamos, de alguna forma, ofreciendo una pausa a nuestro diálogo interno.

2. Descubre por qué tienes tanta prisa
Reflexiona sobre las razones que te están impacientando. Si exageras, reorganiza tus prioridades. Pensar sobre ello e incluso escribirlo te ayudará a calmarte.

3. Identifica lo que habitualmente te genera impaciencia
Pueden ser otras personas, situaciones estresantes o tú mismo. Sin embargo, el simple hecho de ser consciente de esto te ayudará a disminuir la ansiedad.

4. ¿Tu paciencia es útil o está justificada?
Responderte de manera sincera a esta pregunta fomentará la calma. Busca los patrones y considera sin miedo la posibilidad de dejar ir lo que no te está haciendo bien.

5. Tómate tu tiempo y espera lo inesperado
Tienes que entender que podemos hacer miles de planes pero las cosas no siempre salen como lo deseamos. Acepta que la vida gira y nos da cientos de vueltas hasta acabar donde deseamos. Sé realista en tus expectativas y comprende a los demás.

6. No tengas miedo de cambiar y no te olvides de ensayar
La práctica hace al maestro. Desarrollar la paciencia implica dejar atrás malos hábitos con los que llevamos conviviendo mucho tiempo. Así que, como cualquier aprendizaje, cultivar este don requiere templanza.

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