Cada corazón ecuménico es una semilla de vidaEn este comienzo del año 2017 os invitamos a recordar, recrear e integrar en nuestra oración interior la oración de Jesús, su proyecto de fraternidad universal: “Que todos sean uno”.
Sabemos que este deseo de Jesús no nos es fácil vivirlo. Ahí están todo tipo de guerras para recordárnoslo, también las llamadas guerras de religiones. Y ahí está nuestra mentalidad “religiosa” que tiende a separarse de los que piensan y oran de forma distinta a la nuestra. Nuestra oración tiene demasiadas fronteras y necesita más puentes.
Afortunadamente está en medio de nosotros el Espíritu Santo, que sopla donde quiere y nos sorprende con nuevos caminos y nuevas propuestas para realizar el deseo de Jesús: “Que todos sean uno”.
Cipecar
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