¿CUÁL ES TU ESPIRITUALIDAD?

La imagen puede contener: hierba y exterior

Seguro que conoces a más de una persona de la que puedes decir que “tiene por dentro algo especial”, que “vive como con una fuerza interior” o que “transmite un algo distinto”. Son personas que atraen por lo que hacen y que nos cuestionan por cómo son. A veces nos seducen, otras nos hacen vibrar. Pero casi siempre invitan a que nos preguntemos por qué viven así. Pues bien, podemos decir que ese “a...lgo” que les late dentro es su espiritualidad. Y hay muchas. De hecho, cada uno tenemos la nuestra.

Hay una espiritualidad tramposa y enfermiza. Es la “espiritualidad del bienestar”. Con ella todo gira a mi alrededor para que yo me sienta cómodo, tranquilo –¡anestesiado!–, seguro y con una enorme paz. Y así, al final vivo encerrado –quizás en nombre de Dios–, no sea que alguien me venga a molestar.

Hay otra espiritualidad que tiene mucho más que ver con la de Ignacio. Es la “espiritualidad del ayudar”. Esa fuerza que brota de “contemplar a Cristo nuestro Señor” [47] y que nos dispone a aceptar una vida en ocasiones accidentada, herida y deshilachada en el trabajo por nuestros hermanos.

Porque al mirar a Jesús escuchamos hoy también su voz que nos dice: “quien quisiere venir conmigo […] ha de trabajar conmigo en el día y vigilar en la noche”

Y bien, ¿cuál es tu espiritualidad?

E Ignaciana


No hay comentarios:

Publicar un comentario