“Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen” (Mt 5,44)
El Espíritu no hace distinciones. A todos ama, su cariño llena de bondad el corazón. Así nos sueña a nosotros: capaces de amar incluso a los enemigos. Acoge hoy esta palabra de Jesús. Guárdala en el corazón, como María.
Ama tú, Jesús, en nosotros a las personas que todavía no amamos. Haz salir el sol de tu amor sobre ellas.
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