CUANDO LLEGA LA NOCHE Y EL PERDÓN FLORECE


A veces, una época apenas tiene de estos malos momentos, y sin embargo, sé de qué hablo. En Cuaresma, rehaciendo nuestro ser cenizas, renaciendo de alguna manera, es momento para ponerlo delante de Dios y que sea él, sólo él, quien lo tome. Es su turno, yo a veces he agotado todas las posibilidades sin mucho éxito.

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