SIN AMOR LA IGLESIA SE CONVIERTE EN UNA INSTITUCIÓN VACÍA"

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Hoy nos ha dicho el Papa Francisco: "Sin el amor la Iglesia no crece, se transforma en una institución vacía, de apariencias, de gestos sin fecundidad. Ir a su cuerpo: Jesús nos dice cómo debemos amar, hasta el final".

Ámense como yo los he amado. Y después el segundo nuevo mandamiento - aclaró el Santo Padre - que nace del lavatorio de los pies es: "Servir unos a otros". Lávense los pies unos a otros, como yo les he lavado los pies a ustedes. Dos mandamientos nuevos y una advertencia: "Ustedes pueden servir, pero enviados por mí, mandados por mí. Ustedes no son más grandes que yo". Jesús aclara en efecto que "un siervo no es más grande que su patrón, ni que un enviado es más grande que quien lo ha mandado". Esta es la humildad sencilla y verdadera, y no "la falsa humildad".

"Saber que Él es más grande que todos nosotros, y que nosotros somos siervos, y no podemos superar a Jesús, no podemos usar a Jesús. Él es el Señor, no nosotros. Éste es el testamento del Señor. Se da de comer y beber a sí mismo y nos dice: ámense así. Lava los pies, y nos dice: sírvanse así, pero estén atentos, un siervo jamás es más grande de quien lo envía, del patrón. Son palabras y gestos contundentes: es el fundamento de la Iglesia. Si nosotros vamos adelante con estas tres cosas, no nos equivocaremos jamás".

Los mártires y los tantos santos - prosiguió diciendo el Obispo de Roma - fueron adelante así: "Con la conciencia de ser siervos". Y después Jesús añade una advertencia: "Yo conozco a los que he elegido" y dice: "Y sé que uno de ustedes me traicionará". Por esta razón el Papa concluyó aconsejando a todos, en un momento de silencio, que nos dejemos mirar por el Señor:

"Es dejar que la mirada de Jesús entre en mí. Sentiremos tantas cosas: sentiremos amor, quizás no sintamos nada... o estaremos bloqueados allí, sentiremos vergüenza. Pero dejar siempre que la mirada de Jesús llegue. La misma mirada con la que miraba en la cena, aquella noche, a los suyos. Señor tú conoces, tú sabes todo".

Como Pedro en Tiberíades: "Tú conoces, tú sabes todo. Tú sabes que te amo, sabes lo que hay dentro de mi corazón". Amor hasta el final - concluyó diciendo el Papa - y servicio, a la vez que añadió: "Y usemos una palabra un poco militar, pero que nos sirve: subordinación, es decir, Él es el más grande, yo soy el siervo, nadie puede superarlo".
Papa Francisco. Religión Digital 

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