LA NIEBLA APARECE DE VEZ EN CUANDO

La imagen puede contener: cielo, árbol, exterior y naturaleza

No siempre somos capaces de saber cómo van a acabar las cosas. Nuestra deseo de seguridad hace que queramos saber el principio, el medio y el fin de las cosas que emprendemos pero eso es imposible. La vida nos pide que estemos atentos en cada minuto porque al menor descuido nos podemos despistar.

La niebla aparece de vez en cuando en nuestra vida. No nos deja ver más allá y andamos a ciegas confiando en que el paso siguiente será seguro y certero. Pero en realidad no lo sabemos. El tiempo no se detiene y el ritmo de lo cotidiano nos obliga a seguir caminando. Pero no vemos casi nada. 

Estas experiencias de niebla nos hacen temblar por dentro. Nuestro instinto de supervivencia nos pide más claridad pero nosotros no podemos hacer nada, tan sólo caminar. Es ahí donde está también Dios. Donde nos ofrece de nuevo una mano de confianza. Nos habla suave al oído y nos pide que no cesemos en nuestro caminar. Caminar con Dios no pide claridad sino confianza.

E Ignaciana

No hay comentarios:

Publicar un comentario