Cuando el Papa Francisco dijo que “la actitud humana más cercana a la gracia divina es el humor” no fueron pocos los que se escandalizaron. Esperaban algo más serio de la boca de un Papa. Aún así, más allá de lo sano que emocionalmente es reír, el buen humor es un verdadero camino hacia Dios.
En efecto, el humor nos regala una nuevo modo de ver de la vida que nos permite una mirada sencilla de la vida, quitándole lo absoluto que le hemos puesto a otras cosas (ocupaciones, ideas, personas, etc.). Al mismo tiempo nos regala una bocanada de esperanza para el futuro, nos da un espacio entre la realidad y nuestra conciencia sobre ella.
¡Reír, siempre reir!, solo así Dios de verdad puede volver a ser el absoluto en nuestra vida y podemos volver a mirar de nuevo la realidad, con sus ojos. Es en serio.
E Ignaciana
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