El papa Francisco, nuestro pastor, frecuentemente nos invita a la alegría. Su palabra y su vida son un adviento para nosotros. Él no está lejos, encerrado en un palacio de Roma. No, el papa Francisco está a nuestro lado, camina con nosotros. Nos dice:
“En la liturgia de Adviento resuena repetidas veces la invitación a la alegría. La Iglesia no es un refugio para gente triste, la Iglesia es la casa de la alegría, que encuentra su razón de ser en el saberse acogidos y amados por Dios. El Evangelio quiere ensanchar nuestro horizonte en la relación con Dios que viene a visitarnos cada día, y da a cada gesto, a cada cosa una luz diversa, una profundidad, un valor simbólico. En este tiempo de Adviento estamos llamados a ensanchar los horizontes de nuestro corazón, a dejarnos sorprender por la vida que se presenta cada día con sus novedades." Jesús está cerca, alegraos.
Papa Francisco
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