Con
las antenas de mi vida, en dirección a Ti
y,
descubriendo que, en la pobreza de espíritu
brota
la riqueza que tú quieres en mí.
Abriéndome
a Ti, para no perderme
y sabiendo que, la felicidad,
no
siempre se alcanza en lo que el mundo me ofrece.
Que,
en el dolor, sepa descubrir tu mano
y,
en el de los demás, que salga a su encuentro la mía
Que,
en el llanto, llore mi alma solidaria
y,
en la persecución, sepa sentir tu presencia.
¡HAZME BIENAVENTURADO, SEÑOR!
Sencillo
y humilde
para,
desde la simplicidad y la fidelidad,
encontrarte
y hacerte de mi vida mi confidente;
y,
en la tribulación, fuerte y combativo
para
que nunca la cruz
sea
más grande que mis fuerzas
para
soportarla y hacerle frente
¡HAZME BIENAVENTURADO, SEÑOR!
Imprime
en mi corazón el color de tu amor
y,
en mi alma, el brillo del Evangelio
en
mis pies la huella que marcan tus caminos
y,
en mis ojos, el deseo de mirarte para no perderte
¡HAZME BIENAVENTURADO, SEÑOR!
Feliz,
por estar junto a Ti
Feliz,
de hacer lo que te gusta a Ti
Feliz,
por ir contracorriente
¡HAZME BIENAVENTURADO, SEÑOR!
Javier
Leoz
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