LECTIO DIVINA: DOMINGO VII DEL TIEMPO ORDINARIO

Invocación al Espíritu

Ven, Espíritu Santo. Alégranos para que vivamos la santidad como un estilo de vida que crea humanidad y fraternidad. Haznos entender la propuesta de Jesús, que sigue vigente en nuestro momento. Abre nuestro corazón al amor, para que sea él quien oriente nuestros pasos. Reaviva en nosotros la misión para que seamos portadores de la Buena Noticia de Jesús hacia los más alejados que merecen la oportunidad de conocer un mensaje, tan fascinante, de amor, de acogida, de salvación.  

Motivación

En el corazón de la Iglesia mi Madre yo quiero ser el amor.

1. A LA ESPERA DE LA PALABRA. Con la lámpara encendida.

Seguimos con el Sermón del Monte. El texto de Mt 5,38-48 es un hito prodigioso de luz y solidaridad para la humanidad. Nadie como Jesús se ha atrevido a hablar de esa forma y a jugarse la vida frente al odio del mundo y la venganza entre enemigos. Este texto es lo más típico y característico de Jesús de Nazaret; así se reconoce en todos los ámbitos. Lo que dice no puede provenir del judaísmo ni de las comunidades cristianas. Jesús es más audaz, más profético y más arriesgado. Jesús, con este mensaje, quiere incorporarnos a la familia de Dios.

2. PROCLAMACIÓN DE LA PALABRA: Mateo 5,38-48

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
    «Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia.
Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas.
Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”.
Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».

3. FECUNDIDAD DE LA PALABRA

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. La ley del talión (talis: a tal daño tal respuesta) estaba vigente en tiempos de Jesús. Era una ley para regularizar la venganza, pues el castigo nunca debía sobrepasar la ofensa. Fue uno de los primeros sistemas legales de la historia humana (el código de Hammurabi, ya lo recoge, s. XVIII a.C. en estelas de piedra). Se exigirá vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe (Ex 21,23-25)En algunos casos se daba una compensación económica en lugar de herir al culpable. La venganza no pertenece al modo de proceder del Reino de Dios. La verdadera justicia no está en los empates, sino en la paradójica victoria del derrotado.  

Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas. Nos acercamos a Jesús con la humildad de quien quiere aprender sus caminos, dispuestos a dejarnos sorprender por su palabra. Jesús presenta cinco casos concretos. Dejamos que esta palabra atrevida, desconcertante, a contracorriente de nuestra mentalidad, nos recorra por dentro. Jesús nos propone, frente a todo agravio, una sabiduría nueva, una actitud no violenta. No es fácil. El perdón es infinitamente más humano que la venganza. Un punto fundamental que caracteriza a la no violencia es que no busca derrotar o humillar al oponente, sino granjearse su amistad y comprensión (Gandhi). La bofetada en la mejilla derecha era una infamia mayor que en la izquierda. Quitarle a uno la chitona e himation (capa y manto) era dejarle desnudo. Caminar una milla (1600 metros); el sometimiento al Imperio Romano permitía que los soldados romanos detuvieran las caravanas y forzaran a los viajeros a cargar piedras. Puesto que había abusos de autoridad, las leyes establecían que un romano no podía exigir más de una milla en este esfuerzo. El mendigo que pide todos los días comienza a causar fastidio. Había desplazamientos forzosos a causa de la violencia. Los primeros días eran ayudados por los cristianos, pero según iban pasando los días, era más difícil seguir ayudando. Uno de los problemas mayores de la comunidad de Mateo eran las deudas; cuando esto se daba, la fraternidad entraba en crisis.

Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. ¿Es esto posible? Sí, y es lo específicamente cristiano. Los discípulos no podían imaginar que Jesús les pidiera esto. Pero Jesús transmite la experiencia que tiene del Padre, comunica lo que ha visto y oído al Padre. El Padre no es violento, es compasivo, ama, no sabe ni puede hacer otra cosa que amar. La venganza y el odio son ajenos a su proyecto creador. ¡Qué estilo de vida tan fascinante! Mirar al Padre, que nos ha mostrado Jesús, el Hijo Amado, nos hace buenos. El Padre no tiene enemigos. Amar de esta manera nos hace pobres, como Jesús; nos vuelve audaces en la confianza, como Jesús; nos convierte en centinelas de un mañana insospechado para la humanidad, como Jesús. Nuestra vocación es el amor. Este amor ágape (distinto de eros y filia) es el amor con que Dios nos ama y solo lo podemos vivir unidos a él. Somos hermanos de todos (buen samaritano). Somos hijos e hijas de Dios cuando ponemos amor donde no hay amor. Si me constituyo en enemigo he eliminado toda posibilidad de poder amar. La ola, al llegar a la orilla, puede encontrar la roca o la arena, pero siempre será ola. Jesús quiere incorporarnos a la familia de Dios como Padre, para quien nadie es extraño, pues a nadie niega la lluvia y el sol. El ejemplo del sol y de la lluvia es de una creatividad tan sin igual que ningún humanista, filósofo o filántropo han podido imaginar. Dios nos ama no porque seamos buenos sino porque él es bueno. Dios es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas (¿premia a los buenos y castiga a los malos?). Viendo al hijo uno puede adivinar cómo es el padre. Somos hijos, no nos conformemos con poco. Gloríate en tu gloria. Para ser imagen y semejanza de Dios no hay más que una salida: comenzar a amar.  

Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto». Hemos sido creados para viviresta clase de amor, porque somos amor. Aquí está la novedad del Evangelio.Hemos sido llamados para amar a la manera de Jesús e ir por caminos contrarios a la astucia de este mundo. Quien se parece a Dios no alimentará el odio contra nadie, buscará el bien de todos, incluso el de sus enemigos. Frente al todo va mal está la alternativa a hacer el bien, rompiendo la cadena de la violencia. Hay que recorrer este camino con normalidad, sin hacer gala de ello.  

4. RESPUESTA A LA PALABRA


¿Qué prevalece en tu corazón: la ley del amor o la ley del talión?

¿Qué haces cuando te sientes agredido?

4.- ORAR LA PALABRA

Canta: Adonde no hay amor, pon amor y sacarás amor.

Contempla la grandeza del corazón amoroso del Padre.
Piensa en personas que viven esta página del Evangelio.
Deja que el Espíritu te ensanche el corazón.
Ora al Padre: Vivir el amor es parecerme a ti y tú lo has hecho posible. Has hecho posible que todo gesto de bien, que cada sonrisa, que cada mano tendida, sea tu sonrisa, tu bien, tu mano y tu corazón.

La oración mafiosa es: Me lo pagarás. La oración cristiana es: Señor, dale tu bendición y enséñame a amarlo.

5.- Contar al mundo la nueva manera de vivir. Testigos.

Necesitamos motivos de esperanza para llevar a la práctica el amor. El curso de la historia dejará atrás a los enemigos de la paz y dará renombre a quienes trabajaron por la paz (Papa Francisco).

Cipecar

 

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