SE QUE LA VIDA NO ES SOLAMENTE PARA MI





Ni mi cuerpo,

ni mi amor,

ni mi inteligencia,

ni mi humor,

ni mis dones,

ni mi tiempo,

ni mi dinero,

ni mi casa,

ni mis posesiones...

son solamente para mí.

Sé que Tú, Padre, no eres solamente para mí.

Ni tu palabra,

ni tus dones,

ni tus promesas,

ni tu creación,

ni tu buena noticia,

ni tus abrazos,

ni tus afanes,

ni tus sorpresas,

ni tu casa...

son solamente para mí.

Lo sé.

Soy sal y luz;

sal para salar y luz para alumbrar.

Lo mío es deshacerme como la sal

salando a los demás,

y consumirme como el fuego

alumbrando y calentando a los demás.

Lo mío es ser salero de la vida

y clarear el horizonte de la historia,

de la historia cotidiana de cada día.

Lo mío es ser digno hijo tuyo.

Lo sé.

Y me voy comprendiendo.

Y me voy aceptando.

Y me voy amando.

Y me voy soñando.

Y me voy realizando.

Y me voy sembrando.

Y me voy compartiendo.

Y me voy realizando.

Y voy siendo...

¡Y me alegro!


Florentino Ulibarri

No hay comentarios:

Publicar un comentario