Una mujer que sufría flujos de sangre desde hacía doce años,se le acercó por detrás y le tocó la orla del manto, pensando que con solo tocarle el manto se curaría.
— Teología de andar por casa (@teologiadapc) July 8, 2024
Jesús se volvió y al verla le dijo:
«¡Ánimo hija! Tu fe te ha salvado».
Y en aquel momento quedó curada la mujer. pic.twitter.com/NuBwVnIV71
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