Se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:
— Teología de andar por casa (@teologiadapc) January 16, 2025
«Si quieres, puedes limpiarme».
Compadecido, extendió la mano y lo tocó diciendo:
«Quiero: queda limpio».
La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio.
(Mc1,40-45) #EvangelioDelDía #PalabraDeDios #TiempoOrdinario pic.twitter.com/h7mIrhxq6m
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