A Dios le
gustan poco las apariencias y los que viven de apariencias.. Las “apariencias” las crea la
sociedad de consumo y las ideas falsas que nos hacemos de nosotros mismos
cuando nos creemos que somos algo.
Dios “conoce”
el corazón. Dios está
en el secreto, en lo escondido, en lo que se hace con corazón y nadie lo ve,
solo los perciben los de mirada de profundidad...
A Dios no le
interesa que cambies de aspecto, ni que disimules. A Dios le gustas tal como
eres. Si te enfundas disfraces y apariencias nunca aceptarás la realidad, nunca
cambiarás ni removerás el corazón...
Dios ve lo
escondido. Nada de lo
que haces y los otros no ven, se queda sin ver a los ojos de Dios. Tantas veces
te quejas de cosas que haces, de detalles que cuidas y que, sin embargo, la
persona en quien pensabas no los ve, no los aprecia... Que sepas que nada de lo
mejor tuyo pasa desapercibido para Dios. Nada. Los ojos de Dios llegan al
secreto del corazón y leen tus y mis secretos. Dios no es Dios de
apariencias.
Dios anda
por los secretos de nuestro corazón...
No hay comentarios:
Publicar un comentario