Viernes, 22 de noviembre de 2024. Lc 19,45-48.
"ENSEÑABA EN EL
TEMPLO".
Ya en la ciudad de
Jerusalén, "entró Jesús en el templo y se puso a echar a los vendedores,
diciéndoles: Escrito está: Mi casa es casa de oración; pero vosotros la habéis convertido
en una cueva de bandidos. Todos los días enseñaba en el templo. Los sumos
sacerdotes, los escribas y los notables del pueblo intentaban quitarlo de en
medio; pero se dieron cuenta de que no podían hacer nada, porque el pueblo
entero estaba pendiente de sus labios". Jesús prepara el templo como lugar
de su enseñanza, que era seguida atentamente por el pueblo pero rechazada por
sus dirigentes. En el templo Jesús recuerda un texto de Is.56,7, que describe
perfectamente la función del templo como lugar de oración y no de injusticia o
garantía de impunidad de los que olvidan las exigencias éticas de la alianza.
Jesús pretende que el templo se transforme en el lugar de su predicación, pero
los jefes de Israel tratan de acabar con él. A pesar de todo, el pueblo
escucha con atención su
mensaje. De este modo, Jesús, rodeado de su pueblo, se presenta como el nuevo
espacio de encuentro de Dios con su pueblo. La gente sencilla estaba pendiente
de los labios de Jesús. Señor Jesús, danos la gracia de escuchar con el oído
del corazón tu Palabra.
Sábado, 23 de
noviembre de 2024. LC 20,27-40.
"NO ES DIOS DE
MUERTOS, SINO DE VIVOS"
Los saduceos plantean a
Jesús una pregunta acerca de la resurrección. Ellos negaban la resurrección,
basándose en la mayoría de los autores del Antiguo Testamento, por lo menos los
anteriores al siglo II a. C. Los saduceos quieren en este texto ridiculizar la
resurrección de los muertos. Para ello aluden a la ley del levirato (Dt.
25,5-10) por la cual el hermano de un difunto se casaba con su viuda para
impedir que los bienes de la familia fuesen a parar fuera de ella y, además,
dar descendencia a su hermano. El caso presentado a Jesús, dentro de su
exageración, prueba sin embargo que la costumbre había llegado hasta su época.
Jesús contestó a los saduceos en estos términos: "En esta vida, hombres y
mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la
resurrección de entre los muertos no se casarán. Pues ya no pueden morir, son
como ángeles; son hijos de Dios, porque participan de la resurrección. Y
queresucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza,
cuando llama al Señor 'Dios de abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob. No es
Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos. Intervinieron
unos escribas: Bien dicho, Maestro. Y no se atrevían a hacerle más
preguntas". En su respuesta Jesús afirma que la resurrección no es una
simple continuación de la vida, sino una vida nueva y distinta, una vida en
plenitud que difícilmente podemos comprender desde nuestras realidades
cotidianas. El poder de Dios, que llama a los hombres de la muerte a la vida,
transforma y asume la totalidad del ser humano. El es el que asegura la
continuidad entre nuestra vida terrena y la futura resurrección. Para probar la
resurrección, Jesús cita Ex 3,6 (Lc 20,37-38). Los maestros de la ley se
alegran finalmente de Jesús haya reducido al silencio a sus adversarios
saduceos. Señor Jesús, resucitado de entre los muertos,
Tú eres nuestra
esperanza en este mundo y nuestra resurrección después de la muerte.
DOMINGO, 24 DE
NOVIEMBRE DE 2024. Jn 18,33b-37.
"TÚ LO DICES:
SOY REY"
Hoy es domingo, el día
del Señor. Celebramos la solemnidad de Jesucristo, Rey del universo. Con ella
terminamos el año litúrgico. El próximo domingo, Dios mediante, comenzaremos un
nuevo año litúrgico con el tiempo de Adviento. Situándonos ya en las lecturas
bíblicas de este domingo, vemos que todas ellas, desde diversas perspectivas
nos hablan de Jesucristo como rey. En la primera de ellas, tomada del profeta
Daniel (Dn.7,13-14) nos dice el profeta: "mientras miraba, en la visión
nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó
al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los
pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su
reinado no tendrá fin". A varios siglos de distancia, en esta visión se
nos adelanta lo que será el auténtico reinado de Jesucristo. Es un reinado del
que pueden beneficiarse todos los pueblos y es un reinado para siempre,
notendrá fin. El salmista contempla al Señor que reina, vestido de majestad
(Sal.92). En el Evangelio de hoy (Jn.18,33b-37) se
nos relata un paso de la pasión de Jesús, donde se recoge el siguiente diálogo
de Jesús con Pilato: "Dijo Pilato a Jesús: ¿Eres tú el rey de los judíos?
Jesús le contestó: ¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?
Pilato replicó: ¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han
entregado a mí; ¿qué has hecho? Jesús le contestó: Mi reino no es de este
mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no
cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí. Plato le dijo:
Conque, ¿tú eres rey? Jesús le contestó: Tú lo dices: soy rey. Y para esto he
nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el
que es de la verdad escucha mi voz". Para el evangelio según san Juan, el
proceso de Jesús ante Pilato es el verdaderamenteimportante.En el relato de hoy
se recoge el diálogo entre Pilato y Jesús tenido dentro del pretorio. En este
diálogo, contemplamos a Jesús declarándose rey ante Pilato. No es un Reino de
este mundo y no se sustenta en la fuerza humana, ni en la violencia. Sus
características son claras: verdad, amor, justicia, libertad y paz. Jesucristo
resucitado, como nos dice la segunda lectura (Ap.1,5-8), es el Alfa y la Omega,
el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso. Él nos ha convertido en
un reino y hechos sacerdotes de Dios, su Padre. Señor Jesús, nosotros queremos
pertenecer a tu Reino, viviendo sus verdaderos valores.
LUNES, 25 DE
NOVIEMBRE DE 2024. Lc 21,1-4
LA MIRADA DE JESÚS
"Alzando Jesús los
ojos, vio unos ricos que echaban donativos en el arca de las ofrendas; vio
también una viuda pobre que echaba dos reales, y dijo: Sabed que esa pobre
viuda ha echado más que nadie, porque todos los demás han echado de lo que les
sobra, pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para
vivir". Jesús ve en profundidad. Él observa lo que ocurre a su alrededor.
Su mirada va más allá de lo que aparece normalmente. Él es capaz de captar el
hermoso gesto de aquella viuda. Jesús, que penetra el corazón humano, se ha
dado cuenta de la profundidad del gesto de la viuda, más allá de la pequeñez de
su limosna. Aquella mujer, en contraste con los ricos que dan de lo que les
sobra, da todo lo que tenía para vivir, poniendo su confianza en Dios. El
donativo no tiene como fin tranquilizar conciencias sino simbolizar entregas.
En el caso de la viuda aparece el corazón que se vuelca por completo, que se
vacía de lo quetiene y lo convierte en limosna. Jesús se fija ante todo en
la calidad del gesto de la viuda. Para Jesús es más importante la calidad que
la cantidad. Señor Jesús, tú nos conoces por dentro. Danos la gracia de ser
generosos con lo que tenemos. La riqueza más importante es dar y darnos a los
que más nos necesitan. Ello es fuente de verdadera alegría en este mundo y la
mejor herencia para después de la muerte.
MARTES, 26 DE
NOVIEMBRE DE 2024. Lc 21,5-11 "
CUIDADO CON QUE
NADIE OS ENGAÑE"
Estamos en la última semana del año litúrgico. Como todos los años, la palabra de Dios tiene un acentuado carácter apocalíptico. En el Evangelio de hoy Jesús comienza anunciando la destrucción del templo a los que ponderaban la belleza del templo por la calidad de la piedra y los exvotos. Les dijo: "Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido". En la tradición profética el abandono del templo de Dios y su destrucción representaban la consecuencia de la ruptura de la alianza por parte del pueblo. En continuidad con esta tradición, Jesús anuncia la destrucción del templo porque Israel no le ha aceptado como enviado para establecer la nueva alianza entre Dios y los hombres. Al oír este anuncio, aquella gente le preguntó: "Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder? Él contestó: Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchosvendrán usurpando mi nombre, diciendo: Yo soy, o bien el momento está cerca; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida. Luego les dijo: Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo". Jesús alerta sobre posibles signos engañosos: falsos mesías o anunciadores de la inminencia del fin. Seguidamente Jesús habla de enfrentamientos, de guerras, de persecuciones, de signos en el cielo. Todo este mensaje de Jesús no es para asustarnos, sino para que tengamos confianza en él. La victoria del Resucitado es real. La resurrección de Jesús es la base auténtica de la esperanza cristiana. Cristo resucitado desea encender en nosotros la luz de la esperanza. Confiemos en su Palabra. A pesar de lasdificultades diversas que vayan apareciendo, el Señor no nos abandonará; al contrario, el camina con nosotros hasta el final del mundo.
MIÉRCOLES, 27 DE
NOVIEMBRE DE 2024. Lc 21,12-19.
"OS
PERSEGUIRÁN"
Dirigiéndose a sus
discípulos, Jesús les dijo:"Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos
a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores,
por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no
preparar vuestra defensa, porque os daré palabras y sabiduría a las que no
podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros
padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de
vosotros, y todos os odiarán por causa mía. Pero ni un cabello de vuestra
cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas".
Antes de los signos precursores del fin y del mismo fin, los discípulos
sufrirán persecuciones. La persecución de parte de la autoridad judía y
pagana se convierte en ocasión de confesar a Jesús y a su Evangelio. En medio
de las dificultades, los discípulos siempre contarán con el apoyo de lo alto.
Siempreestá presente la providencia de Dios sobre los discípulos. No se trata
de que no hayan de sufrir daño físico. Lo que Jesús promete es que con sus
sufrimientos (su paciencia), aun en la muerte temporal, ganarán la salvación.
Aparece, por tanto, una exhortación a la perseverancia. Jesús nos habla con
claridad: si somos fieles a su persona y a su mensaje, la persecución llegará a
nuestras vidas. No hemos de temer. Sabemos y sentimos que el Señor está a
nuestro lado. Él nos defiende y nos sostiene. Hemos de perseverar en la
fidelidad. Señor Jesús, tú eres nuestra verdadera fuerza en los momentos de
mayor cruz.
JUEVES, 28 DE
NOVIEMBRE DE 2024. Lc 21,20-28.
"...SE ACERCA
VUESTRA LIBERACIÓN"
Seguimos con textos
evangélicos de carácter apocalíptico. En la primera parte del Evangelio de hoy
(Lc.21,20-28) se nos habla de la ruina de Jerusalén y del fin del mundo. El
evangelista comienza con la predicción y el asedio de Jerusalén, para afirmar a
continuación la certeza de la ruina de Jerusalén. Se distinguen los habitantes
de la ciudad, que deben procurar salir fuera; los habitantes de Judea y los más
apartados. El consejo consiste en salir de la ciudad y no entrar en ella,
porque su ruina será segura. La situación crítica de Jerusalén se describe como
día de venganza en el cual se van a realizar todas las profecías amenazadoras
contra Jerusalén. Después de mostrarnos lo referente a a la destrucción de
Jerualén, y la llegada del fin del mundo, Jesús nos deja esta promesa de
esperanza: "Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran
poder y majestad. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza:
seacerca vuestra liberación". La venida gloriosa del Mesías se hace con
alusión clara al texto de Dan.7,13. Estamos ante una venida gloriosa y que
afecta a todos los hombres. La redención a la que se alude coincide con la
venida del Hijo del hombre. Lo más hermoso de este relato es la promesa de
liberación. Esto es lo que nos permite contemplar la historia con sentido, con
una presencia, la de Jesucristo como el Salvador de la humanidad. Señor Jesús,
creemos que tú siempre cumples tu promesa. Tú eres realmente el Salvador de
todos los hombres.
VIERNES, 29 DE
NOVIEMBRE DE 2024. Lc 21,29-33.
"SABED QUE ESTÁ
CERCA EL REINO DE DIOS"
Jesús expuso esta
parábola a sus discípulos: "Fijaos en la higuera o en cualquier árbol:
Cuando echan brotes, os basta verlos para saber que el verano está cerca. Pues,
cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. Os
aseguro que antes que pase esta generación todo eso se cumplirá. El cielo y la
tierra pasarán , mis palabras no pasarán". La parábola de la higuera
muestra la seguridad de que todas las cosas van a ocurrir. Nos indica en
concreto que el reino de Dios está cerca. Tal vez se esté refiriendo a la
predicación cristiana donde el evangelista ve la manifestación del reino. En
cuanto a la fecha del fin del mundo o de la llegada en plenitud del Reino, el
cristiano no tiene ningún calendario preciso de los acontecimientos que
ocurrirán al final de los tiempos. La que sí le interesa al evangelista es
señalar la permanencia del mensaje de Jesús, antes, durante y después de los
signos que anuncian elfin. Jesús nos levanta el ánimo y nos invita a contemplar
el horizonte de nuestras vidas: 'Todo esto se cumplirá', 'mis palabras no
pasarán'. No sabemos cómo ni cuando, pero el hecho es que la Palabra de Jesús
no pasará, sino que se cumplirá. El Evangelio ha de ser para nosotros una
promesa de esperanza. Ahora bien, nosotros hemos de respetar el ritmo de Dios.
De la mano de Dios nada hemos de temer. Cumple siempre su Palabra.
SÁBADO, 30 DE NOVIEMBRE DE 2024. Mt
4,18-22.
"VENID Y SEGUIDME"
Hoy celebramos la fiesta de San Andrés, apóstol. De su vocación nos habla el Evangelio de hoy con estas palabras: "Pasando Jesús junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores. Les dijo: Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron". San Andrés era natural del poblado de Betsaida, situado al norte del lago de Galilea. Era hijo de un tal Juan o Jonás que debía de dedicarse a la pesca. Al parecer, se había trasladado a Cafarnaún, donde era más fácil mantener algunas relaciones y hacer mejores negocios. Como nos señala el Evangelio, en los orígenes mismos del movimiento de Jesús nos encontramos con Andrés Bar-Jona, el de Betsaida. No es mucho lo que sabemos de él, pero lo poco que conocemos es muy significativo. Un día Juan alargó su mano para señalar a un hombre quevenía hacia él por los senderos del desierto y dijo: 'He ahí al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo' (Jn.1,29). Andrés no necesitó más pruebas. Con otro de sus colegas siguió a Jesús. Lo recordaría toda su vida. Todo comenzó cuando Jesús se volvió a preguntarles: ¿Qué queréis? En realidad, no lo sabían bien. Tan sólo pretendían saber dónde vivía. Pero las palabras de aquel Maestro decidirían el camino que habían de seguir sus vidas: Venid y lo veréis. En esos dos verbos de invitación parecía resumirse su mensaje. Y ellos fueron y se quedaron con él aquel día (Jn.1,35-39). Andrés, después de permanecer con Jesús y de aprender de él muchas cosas, no escondió el tesoro para sí solo, sino que corrió presuroso en busca de su hermano, Pedro, para hacerle partícipe de su descubrimiento. Señor Jesús, haz que, como Andrés, escuchemos escuchemos tu voz y te sigamos todos los días de nuestra vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario