José y María contemplan a su niño y comparten la felicidad de ser padres con
unos pastores y reyes magos que vienen a conocer al niño y que le traen regalos
–oro, incienso y mirra-. Jesús, María y José son la Sagrada Familia, y para
nosotros como cristianos, ellos son nuestro modelo a seguir para hacer de nuestra
familia un hogar santo.
María y José fueron padres ejemplares, que supieron acatar
los mandatos de Dios, sin poner quejas ni resistencia; al contrario, colocaron
todo su amor para cumplir lo que Dios les había mandado.
La familia cristiana está llamada a ser una auténtica
iglesia doméstica, abierta a la vida, a la oración y al testimonio del
Evangelio.
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