El evangelio de Mateo está dirigido a una comunidad cristiana donde conviven personas de origen judío y origen pagano, tienen diferentes opiniones para interpretar la ley. Los fariseos y maestros de la ley la interpretaban centrándose en la casuística y en el simple cumplimiento externo, viviendo esto ya eran fieles a la Ley, a Dios.
Jesús no elimina las leyes, vivió más allá de la Ley e invita a ir más allá de la letra, de lo legal, hasta descubrir el espíritu. Las leyes de Dios han sido concebidas para el servicio de los seres humanos, buscan el Reino de los Cielos. Esta experiencia de Jesús sobre la Ley, lejos de contentarse con el cumplimiento literal de preceptos y normas nos lleva a involucrarnos y preguntarnos por ¿Dios a qué me llama hoy? ¿Qué espera de mi? Implica nuestra apertura a descubrir y dejarnos transformar desde lo profundo.
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