En su encíclica "Dios es amor", el papa emérito Benedicto XVI, nos decía que "solo el servicio al prójimo abre mis ojos a lo que Dios hace por mí y lo mucho que me ama" (DC 18).
Hoy podemos preguntarnos por el estilo de nuestras relaciones con los demás.
Odiar a los amigos es diabólico. Odiar a los enemigos es considerado por muchos como "normal". Amar a los amigos es lo políticamente correcto. Amar a los enemigos es divino.
En efecto, eso es precisamente lo que hace Dios. Y así se comportan los que, siendo imagen de Dios, tratan humildemente de imitarlo cada día.
CUARESMA. Camino de la cruz 2014. JRF.
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