“Vosotros sois testigos de esto”
Jesús invita a los discípulos a leer la Escritura para entender su misterio de muerte y resurrección y ahora su misterio por el que vuelve al Padre. Sin la escucha y acogida de la Palabra no podemos entender nuestra vida cristiana, que es también muerte, resurrección y camino en esperanza hacia el Padre.
Jesús bendice a sus discípulos:"Levantando las manos los bendice". Derrama sobre ellos todo su amor incondicional, la certeza de su presencia permanente en medio de ellos y su intercesión por todos ante el Padre. La bendición hará de ellos los testigos de la vida, del amor y de la paz, los pondrá en camino de misión hacia el mundo. Jesús les deja esta palabra en el corazón. “Vosotros sois testigos de esto” y les invita a poner los pies en la tierra porque es grande la tarea del Reino que les espera.
En la tierra hay mucha gente muy perdida y orillada, que está esperando que alguien les eche una mano, y eso lo tenemos que hacer nosotros. En la tierra hay mucha gente que está esperando a otros Jesús de Nazaret que vayan por el mundo llenando todo de la ternura del Padre y haciendo el bien, y esos otros Cristos somos nosotros. En la tierra suceden muchos acontecimientos que rompen la sensibilidad, borran la sonrisa, y llenan de miedo y de lágrimas el alma y el rostro, y la gente espera que nosotros sigamos alentando el sueño de vivir en paz, cuidar y abrazar la vida, no caer en la trampa de odiar y vencer al mal a fuerza de bien.
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