Pablo, un niño de 11 años de Udine (Italia), hace dos
meses escribió una carta al Papa Francisco para contarle su vocación. En la
mañana del 3 de julio, la sorpresa: en el buzón hay un sobre con el
sello del Vaticano dirigida a él, con dentro una carta escrita por monseñor
Peter Welles en nombre del Papa Francisco.
Pablo, emocionadísimo, llamó en seguida a la abuela Anna y a sus dos amigos
párrocos, Ernesto Zanni de la parroquia del Cristo y Pierpaolo di Cussignacco,
donde habitualmente ayuda como monaguillo y en pequeñas tareas. Para él,
recibir esa carta ha sido una inesperada emoción. Todos en la familia sabían
que Pablo había escrito al Papa, aunque no conocían los detalles del
contenido de la carta, pero nadie esperaba que llegara una respuesta. En su
carta, el joven había confiado al Santo Padre su vocación y la intención de
emprender un día la carrera eclesiástica, pidiendo al Papa Francisco un
recuerdo en sus oraciones.
La carta de monseñor Welles dice: “Has confiado al Papa Francisco el
servicio de monaguillo que haces con entusiasmo en la parroquia y el
deseo de comprender tu vocación, pidiéndole el apoyo de su oración. Su Santidad
te agradece los sentimientos de afecto que han inspirado el gesto filial y,
mientras te asegura su recuerdo en la oración para que la tarea de servir en el
altar haga madurar una genuina y afectuosa amistad con el Señor Jesús y te
ayude a entender Su proyecto de amor sobre ti, de corazón te envía a ti y a tu
familia la Bendición Apostólica, extendiéndola de buen grado a tus seres
queridos”.
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