TIENE EL DON DEL DISCERNIMIENTO


                         

Este Papa sí sabe lo que hace
"Ratzinger actuó más como catedrático de teología que como pastor"
Ramón Baltar, 28 de diciembre de 2014 a las 08:57
En un esclarecedor artículo que reprodujo RD estos días defendía Torres Queiruga la consistencia teológica de Francisco puesta en duda por un grupo de cardenales de la curia que no entienden el sentido de la renovación en marcha. Con el mismo argumento insidioso que lanzaron contra Juan XXIII: el papa tiene buena intención, pero flojea en doctrina.
Remedando el donaire de la marquesa del cuento medieval: para lo que en esta hora necesita la Iglesia Católica, hartas teologías sabe el obispo de Roma (por pocas que fueran, añade uno). Sus ofuscados opositores lo han olvidado: Jesús encomendó a Pedro la tarea de apacentar sus ovejas, sabiendo que lo suyo eran las redes y no el estudio de los libros sagrados.
Tampoco han aprendido la lección del anterior papado: fracasó porque Joseph Ratzinger actuó más como catedrático de teología que como pastor.
Que no se engañen, la ICAR ha perdido crédito y clientela porque para reforzar el momento institucional la jerarquía se empeñó más en imponer la pureza doctrinal que en animar la vivencia de la fe. Confirma esto un dato indiscutible: los dos últimos papas redujeron al silencio a todos los teólogos que intentaban lo que constituye la razón de ser de su oficio: ponerle a las letras divinas la música que pide nuestro tiempo. Decisión despótica que tuvo una consecuencia grave: el bloqueo del dinamismo comunitario.
El padre Jorge sirve los platos esenciales del cristianismo envueltos en papel trasparente y listos para consumir. Ha sido agraciado con el don del discernimiento en grado cercano a la clarividencia y el de desembarazo para denunciar las injusticias del poder empezando por casa, disposiciones propias del profeta. El encargo que le hizo el cónclave lo está despachando con nota muy alta.

Los que recelan de la propuesta de Francisco lo hacen en la creencia de que la supervivencia de la institución depende mayormente de la ortodoxia y del código de derecho canónico. Llevan a mal que el hombre no fuera creado para el sábado.

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