El pozo de los deseos
Todos tenemos deseos,
anhelos profundos, sueños que perseguimos, si acaso tenemos la fuerza, las
circunstancias o el valor para hacerlo, y otros que se nos atascan, que no
sabemos perseguir, porque no encontramos el momento o la forma… Nos sentimos
atraídos por personas, o por proyectos, nuestra imaginación nos enseña a intuir
caminos, un futuro, posibilidades para nosotros y otros. Ese anhelo es tan
humano que nos costaría imaginar a una persona absolutamente indiferente a
todo. Es como un pozo profundo, del que sacásemos un agua muy necesaria. Y en
el fondo de ese pozo pelean, en nosotros, lo mejor y lo peor, lo más sublime y
lo más turbio. En ese pozo está también Dios…
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