A ti me vuelvo, gran Señor, que alzaste,a costa de tu sangre y de tu vida la mísera de Adán primer caíday adonde él nos perdió, Tú nos cobraste.
A Ti, Pastor bendito, que buscaste de las cien ovejuelas la perdida,y hallándola del lobo perseguida,sobre tus hombros santos te la echaste.
A Ti me vuelvo en mi aflicción amarga y a Ti toca, Señor, el darme ayuda,que soy cordera de tu aprisco ausente y temo que a carrera corta o larga cuando a mi daño tu favor no acuda me ha de alcanzar esta infernal serpiente.
A Ti, Pastor bendito, que buscaste de las cien ovejuelas la perdida,y hallándola del lobo perseguida,sobre tus hombros santos te la echaste.
A Ti me vuelvo en mi aflicción amarga y a Ti toca, Señor, el darme ayuda,que soy cordera de tu aprisco ausente y temo que a carrera corta o larga cuando a mi daño tu favor no acuda me ha de alcanzar esta infernal serpiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario