SIEMPRE ATENTA Y DISPUESTA


Cómo aguantar, sin romperse el propio corazón, cargando con el sufrimiento de los demás. Cómo avanzar pese a las ausencias, a las personas que se han quedado atrás en el camino. Cómo vivir la soledad. Cómo hacer para que la nostalgia no pese demasiado, para añorar el futuro en vez del pasado. Cómo regalar al mundo a quien ha salido de tus mismas entrañas. Cómo se espera sin queja, sin pesimismo.

Allí estaba ella, siempre atenta y dispuesta. Con la solución tatuada en la piel: ESPERANZA.

María, mujer y madre esperanzada, ayúdanos a avanzar como peregrinos. Aunque haya heridas, caídas, sufrimiento. Aunque una espada haya atravesado nuestro corazón. María, danos la esperanza que te mantuvo fiel, cercana, amable. María, ponnos con tu Hijo.

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