LAS APARIENCIAS ENGAÑAN

A veces las apariencias engañan. Nos pasa en el cine, en la fotografía, en el teatro...Creemos que la realidad es de una forma y, de repente, todo cambia. 

En la vida también hay ocasiones en las que la realidad es muy diferente de nuestro pensamiento inicial: hacemos lo que no queremos, pensamos lo que siempre evitamos y decidimos según otros criterios "ocultos". La espiritualidad ignaciana nos enseña a conocernos mejor a nosotros mismos. A saber detectar donde y como nos engañamos para ser trasparentes a la verdad y poder ordenar nuestros deseos. 

Ojalá aprendamos a conocernos mejor, para que con nuestras fortalezas y debilidades seamos honestos con nosotros, con los otros y, sobre todo, con Dios.
E Ignaciana

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