ADVIENTO 2015


La fascinante insistencia de Dios
Si lees despacio la frase que encabeza esta página (Permíteme que insista), seguramente serás capaz de poner voz... e incluso contexto. Pero ¿y si la ponemos en boca de Dios?

A lo largo de la Historia Dios ha demostrado, con creces, que su amor es eterno. Él es el Siempre Fiel, el Siempre Presente... insiste una y otra vez en amarnos con locura a pesar de nuestros rechazos y cabezonerías. Así lo recordaba el profeta Oseas: "Con cuerdas humanas los conduje, con lazos de amor" (Oseas 11, 4). La confirmación de ese amor radical e incomprensible de Dios: Jesús, que, en el Niño, viene a conducirnos con el último recurso que le queda al Padre.

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