La fiesta del Sagrado Corazón nos regala la oportunidad de dejarnos tocar, interpelar y conducir por Jesús, pues su Corazón nos habla de Él y sus preferencias. Entrar en su Corazón y conocerlo más íntimamente nos permite profundizar en su manera de mirarnos y mirar nuestro mundo, de comprometerse con nuestra realidad y desde ahí invitarnos a hacer lo mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario