"No me has contestado al whatsapp, y he visto que estabas en línea". Quizás esta frase nos suena. Todo tiene que ser ya. Y aunque no sea un simple mensaje, muchas veces miramos con la misma ansiedad hacia el futuro. A veces el futuro parece como un gran bloque de piedra, del que intentamos tirar con una soga; y vemos que apenas se mueve, mientras nuestros zapatos resbalan en el barro.
Y sin embargo, el futuro viene sin que hagamos nada. Avanza poco a poco, como la marea que alcanza nuestros pies en la playa. Y por eso se nos invita a esperarle despiertos, porque está llegando; ese futuro está empezando ya. Y todo lo demás viene por añadidura. Dios tiene un tiempo para cada cosa, y todo lo de Dios, llega.
Y sin embargo, el futuro viene sin que hagamos nada. Avanza poco a poco, como la marea que alcanza nuestros pies en la playa. Y por eso se nos invita a esperarle despiertos, porque está llegando; ese futuro está empezando ya. Y todo lo demás viene por añadidura. Dios tiene un tiempo para cada cosa, y todo lo de Dios, llega.
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